Lo que no se informa

lunes, 15 de septiembre de 2014 · 13:10

MÉXICO, D.F. (Proceso).- A primera vista, las relaciones exteriores no les importan mucho a los dirigentes políticos mexicanos. Esto sugiere el hecho que en el mensaje pronunciado por el presidente Peña Nieto en Palacio Nacional con motivo del segundo Informe de gobierno la política exterior estuviera casi ausente. Menos de tres minutos fueron suficientes para hacer referencia a la manera en que se ha cumplido la meta de hacer de México un actor con “responsabilidad global”. El interés por lo que ocurre en el mundo no forma parte de un discurso volcado exclusivamente hacia adentro, en el que no hay el menor destello de interés por vernos como parte de procesos cuyo origen se encuentra más allá de nuestras fronteras.

Otros datos confirman la preocupación escasa por la política exterior. Basta echar un vistazo al presupuesto de la Secretaría de Relaciones para saber que es una de las agencias del gobierno menos favorecidas. La Agencia Mexicana de Cooperación ha estrenado nombre pero no tiene nuevos financiamientos; el número de miembros del servicio exterior mexicano sigue siendo el mismo que hace más de 20 años; no se han aumentado las representaciones en el exterior, a pesar del descuido tan evidente en que se encuentra, por ejemplo, el caso de África.

El Informe escrito, entregado por el Secretario de Gobernación al poder legislativo, merece, sin embargo, una consideración. Permite identificar los ámbitos de la política exterior que, en términos comparativos, han merecido mayor atención, los temas que constituyen una novedad respecto a informes anteriores y la distancia entre aquello sobre lo cual se informa y lo que no se dice, pero es fundamental.

Cabe advertir que este año la novedad es la existencia de varios “Informes de gobierno”. Uno de ellos, el sometido a consideración del Congreso, ha sido retirado rápidamente del internet para ser sustituido por fotografías, videos, frases cortas, en resumen propaganda del Sr. Presidente que no constituye propiamente un verdadero Informe, pero es lo que se encuentra el día de hoy en www.presidencia.gob.mx bajo el rubro: Segundo Informe de Gobierno. Es también lo que llega a mi correo, sin que yo lo haya solicitado. La sombra del presidencialismo imperial reaparece.

Volviendo al Informe escrito, un primer aspecto que llama la atención es la poca importancia que han tenido durante el segundo año de gobierno las relaciones con Estados Unidos a nivel formal. Sólo se registra un encuentro con Obama en el marco de la Cumbre de América del Norte celebrada en Toluca, una visita del vicepresidente Biden para participar en el Diálogo de Alto Nivel sobre temas económicos y una visita del Canciller Kerry para poner en marcha el Foro Bilateral sobre Educación Superior…

De los encuentros anteriores el único que dejó resultados visibles fue la puesta en marcha del Foro cuyo objetivo bastante ambicioso es “crear (a través de la cooperación en materia educativa) una fuerza laboral del siglo XXI”. Queda para el diálogo sobre el contenido del Informe, que seguramente tendrá lugar entre los altos mandos de la Secretaría de Relaciones Exteriores y los miembros del Congreso, la pregunta respecto al financiamiento que tiene esa cooperación tanto por parte de México como de Estados Unidos.

Sobre las relaciones en materia de seguridad, lo cual captó tanto la atención durante los años de Calderón, se informó poco y no de manera precisa. Se habla, sin embargo, de proyectos por un monto de 430 millones de dólares. De nuevo, queda para el Congreso indagar a qué están destinados.

Contrastando con lo limitado de la información sobre relaciones entre México y Estados Unidos, la relación con América Latina ocupa mayor espacio. Sin duda, Enrique Peña Nieto ha tenido mayores afinidades con sus contrapartes al sur del hemisferio, en particular los de los países miembros de la Alianza del Pacífico, evidentemente el proyecto preferido por la actual administración.

La atención concedida a la frontera sur es una de las novedades del Informe, no sólo de la versión escrita sino de la propaganda multimedia que se ha desatado. La creación de la Comisión para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur constituye un punto de partida de enorme significado para uno de los problemas mayores de la situación interna y externa de México. Hay que esperar el próximo informe para saber hasta dónde se dará el apoyo necesario a lo que por lo pronto es un proyecto.

Podrían citarse otros aspectos del Informe, como el relato siempre pulcro de lo que se lleva a cabo en los foros multilaterales. Sin embargo, interesa volver a la preocupación inicial: lo que no se informa. Al parecer, las relaciones exteriores y por ende la política destinada a conducirlas no tienen un lugar importante; sería un enorme error asumirlo así. Dentro del proyecto del grupo en el poder, no de ahora sino ya desde hace varios años, el factor externo es fundamental para desatar el crecimiento económico. El discurso triunfalista de Peña Nieto se hace con la mirada puesta en el exterior. Que lleguen los inversionistas extranjeros es al aspecto sine qua non para, entre otras cosas, mantener el poder más allá del 2018.

Las relaciones exteriores importan mucho, pero no las que aparecen en el Informe sino las que se construyen en los diálogos, negociaciones, complicidades, con financieros y empresarios extranjeros, lo que seguramente consume mucho tiempo de los dirigentes actuales. Esto es lo que el Informe no dice, ni lo dirá.

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