PUEBLA, Pue. (apro).- Sin hacer señalamientos al gobernador Rafael Moreno Valle, un grupo de panistas, encabezado por el exalcalde de esta capital Eduardo Rivera Pérez, pidió al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN revocar la afiliación masiva de 14 mil militantes, acción con la que se duplicó el padrón en la entidad. En rueda de prensa los panistas, identificados como “tradicionales” y del Yunque, dieron a conocer un documento que entregaron al dirigente nacional, Ricardo Anaya, en el que califican las afiliaciones masivas como “un severo ataque” a la vida interna del partido, que contradice los estatutos y pone en riesgo la unidad de la verdadera militancia. Ante el Comité Ejecutivo Nacional “reiteramos que no es posible permitir afiliaciones masivas, ficticias y mediante mecanismos artificiosos propios del antiguo régimen que combatimos por décadas", se advierte en el documento que fue leído por el regidor, Juan Carlos Espina. Además, en la rueda de prensa estuvieron otros panistas que se han confrontado con el morenovallismo como Ana Teresa Aranda, Francisco Fraile, Violeta Lagunes, Myriam Arabian, Adán Domínguez, María de Guadalupe Arrubarrena; Hilario Gallego y Marcelino León Ochoa, entre otros. Aunque las preguntas fueron insistentes sobre si confirmaban las especulaciones que se han hecho de que el gobernador está atrás de los registros de una “militancia ficticia”, Espina recalcó que se concentrarán sólo en su solicitud ante el CEN para que rechace esas afiliaciones. Espina también fue cuestionado sobre las versiones que se han manejado en columnas políticas de que la incorporación masiva de militantes fue operada desde la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla para que Moreno Valle logre tener una mayoría absoluta en el PAN, pero dijo no tener información al respecto. El columnista Valentín Varillas escribió esta semana que operadores de la rectoría de la BUAP se han encargado de convencer a estudiantes foráneos de registrarse como militantes panistas y perredistas. Los panistas se limitaron a dar su respaldo a las acciones legales que emprendió el dirigente estatal de Acción Nacional, Rafael Micalco, para tratar de detener la “torpe y grosera” operación para registrar más de 14 mil militantes y en pedir al CEN que impida que se concrete esta acción. Luego recordaron que Micalco rechazó en un principio las afiliaciones pero, “escribiendo uno de los capítulos más tristes de la historia de la antidemocracia en Puebla”, el Tribunal Electoral del Estado aprobó los recursos que presentaron presuntamente 14 mil ciudadanos y ordenó al partido validar los registros. En el escrito, los panistas refirieron que cuando el dirigente estatal acudió ante el TEE para presentar recursos de impugnación contra estas afiliaciones, los representantes partidistas fueron sacados del Tribunal al argumentar que se recibió una “amenaza de bomba” que resultó ser falsa. Ante esto, la dirigencia estatal de Acción Nacional sólo pudo presentar en tiempo 350 recursos de los más de 14 mil que pretendía, por lo que Micalco pidió ante el Congreso local la destitución de los magistrados. “Los magistrados actuaron con dolo, mala fe, parcialidad e ilegalidad... para impedir al partido ejercer su derecho de defenderse jurídicamente ante esta andanada de afiliaciones masivas y fraudulentas”, expresa la carta enviada al CEN. Al resolver los 350 recursos que lograron interponerse, el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dio la razón a la dirigencia estatal del PAN, al señalar que es al partido al que le corresponde determinar la procedencia de las solicitudes de afiliación. Pero el resto de los registros, que se concentraron en siete municipios de Puebla, ya fue incorporado por el Registro Nacional de Electores y aceptado por el CEN del partido. Aun con el conocimiento de esto, los panistas consideraron que, de acuerdo con los estatutos y reglamentos del PAN, el CEN aún está en tiempo de revocar estas afiliaciones masivas. En el documento que firmaron piden que por “salud interna” del PAN, la dirigencia nacional debe impedir que se concrete esta “acción concertada, violatoria al marco normativo interno, que contraviene la lucha de fundadores por erradicar una práctica común entre militantes de otros partidos para dominar la vida interna de sus institutos políticos”. Los panistas tradicionales aseguran que en caso de que las afiliaciones se aprueben, las consecuencias para el PAN “serían gravísimas” y generarían conflictos internos y una militancia “dolida y agraviada”. Espina dijo que este tipo de afiliaciones masivas se han detectado en otras entidades, como Jalisco, Michoacán, Estado de México y Veracruz, aunque no en las cantidades que se presentan en Puebla, donde la cantidad de militantes de nuevo ingreso superaría el padrón con el que ya contaba el partido en el estado. Entrevistada al final de la conferencia de prensa, la panista Ana Teresa Aranda dijo que más que interesarse ahora en identificar al autor y los fines de este operativo que se realiza en distintas entidades, lo que unió a los panistas que respaldan el documento es frenar esos hechos irregulares. “Vamos a esperar la resolución del Comité Ejecutivo Nacional y, una vez que se dé, van a ver que vamos a tener muchos comentarios”, aclaró. Luego consideró que este pronunciamiento de los panistas de Puebla debe sentar un precedente para que la militancia en otras entidades se defienda de este intento por crear un padrón “ficticio” y que hagan el esfuerzo por “salvar” la identidad del PAN.