Obispo de San Cristóbal lamenta resoluciones de la SCJN en caso Acteal

lunes, 17 de noviembre de 2014 · 14:20
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., (apro).- El obispo de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, criticó las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el caso de la masacre de Acteal, ocurrida hace casi 17 años, y señaló que en vez de dejar libre a los implicados debió haber ordenado la reposición del procedimiento. En una misiva enviada al máximo tribunal de justicia del país, el cura lamentó la liberación de tres indígenas tzotziles encarcelados por participar en la ejecución de 45 personas, el 22 de diciembre de 1997, hecho por el cual sólo dos sujetos permanecen en prisión. “Es decir, dentro de poco tiempo nadie quedará en prisión por este crimen. Es como dar a entender que nadie los mató, que nadie es culpable”, puntualizó el cura. En sus argumentos para dejar libres a los acusados, dijo, la SCJN no se pronunció por su culpabilidad o inocencia, sino porque no se respetaron los procedimientos adecuados para encarcelarlos. “Es decir, la Corte no se pronuncia por la justicia, sino por la legalidad. No le importa la justicia, sino el procedimiento penal, la legalidad, la constitucionalidad”. Subrayó: “No debería llamarse Corte de Justicia, sino de legalidad o de constitucionalidad, como se le llama en otros países”. De acuerdo con el obispo, familiares de las víctimas de Acteal le han dicho que algunas de las personas que han sido liberadas son los verdaderos autores materiales de los crímenes, pero ahora andan por las calles sin ningún remordimiento. “En vez de dejarlos libres, la Corte podría haber ordenado que se repusiera el procedimiento o que se adujeran más pruebas a favor o en contra de los detenidos, pero prefirió basarse sólo en fallas del procedimiento penal, con lo cual no se cumple la justicia”, apuntó en su misiva. La justicia, agregó, tiene como base la verdad y no sólo un procedimiento penal. Sin justicia no hay paz y, por ello, debe investigarse la verdad de los hechos y no limitarse a aspectos meramente legales, dijo. “No es tiempo de venganzas, sino de justicia y de verdad. De todos modos, nuestra exhortación es que vivamos en paz, que nos respetemos unos a otros, que nadie haga justicia por su propia mano”. El sacerdote también tocó el tema de los 43 normalistas desaparecidos en Guerrero y aplaudió que se expresen libremente los pueblos, pero lo que no debe pasar, subrayó, es que destrocen bienes ajenos o causen daños a terceros. “Que haya libre tránsito en las carreteras y que todos aprendamos a respetarnos unos a otros. Así construiremos la paz social que tanto apreciamos y necesitamos”, apuntó. Concluyó: “Seguimos acompañando con nuestra solidaridad y nuestra oración a los familiares de Ayotzinapa, y se ha de hacer hasta lo imposible por que este vergonzoso crimen no se repita nunca más”

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