MÉXICO D.F. (proceso.com.mx).- Hoy se cumplen 111 años del natalicio del poeta y diplomático chileno Pablo Neruda (1904-1973), cuya obra se sigue reeditando como un referente universal de la poesía. Prueba de ello, su libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), ahora publicado por la Secretaría de Educación Pública (SEP). El Nobel de Literatura (1971) Pablo Neruda, cuyo nombre real Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, publicó Veinte poemas de amor y una canción desesperada -su obra más traducida- cuando tenía 20 años de edad. Se trata de un poemario realizado con un lenguaje profundo y sencillo, que refleja la melancolía de un joven en sus experiencias amorosas, y que ahora es editado por la SEP a través de la colección Letras y Voces de la Biblioteca Mexicana del Conocimiento, y que llegará a 2 mil 456 municipios del país, y que en breve estará disponible para consulta digital gratuita a través del portal: http://www.proedit.sep.gob.mx/ que ya tiene otros libros de Neruda disponibles en versión electrónica. Para Jocelyn Pantoja (D.F., 1978) poeta, gestora cultural y exbecaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) se trata un híbrido entre las formas clásicas y los temas modernos, que representaron el comienzo de la carrera ascendente de Neruda. “Hay que decir que en el momento mismo de la publicación de 20 poemas de amor y una canción desesperada, en el México posrevolucionario se fraguaban los movimientos poéticos que dan vida y carácter a la poesía nacional durante el siglo XX, por un lado la vanguardia ‘estridentista’ y por el otro el grupo sin grupo de ‘Los contemporáneos’, por lo que la recepción de la obra es posterior, pero constante en las letras nacionales. Pantoja, de acuerdo con un comunicado de la SEP, estimó que “la influencia y relación de Neruda y México, es una historia bellísima caracterizada sobre todo por la amistad intensa con personajes tan insignes como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, y escritores tan imprescindibles como José Revueltas, Carlos Pellicer y Efraín Huerta; un poeta que según testigos epistolares, también Octavio Paz, admiraba”. Además del legado de la obra de Neruda, hasta nuestros días la forma en que muere sigue dejando dudas y generando polémica, sobre todo, luego de que un segundo informe deja abierta la posibilidad de que se haya tratado de un homicidio.