Investigan a Lula por supuesto tráfico de influencias en Brasil

jueves, 16 de julio de 2015 · 20:30
MÉXICO, D.F., (apro).- La fiscalía de Brasil abrió una investigación contra el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva por presunto tráfico de influencias para favorecer a la constructora Odebrecht, involucrada en el escándalo de corrupción de Petrobras, que ha hecho perder a la petrolera estatal cerca de 2 mil millones de dólares. De acuerdo con una funcionaria de prensa del Ministerio Público Federal (MPF) en Brasilia, Lula da Silva “está bajo investigación” por un posible tráfico de influencias “junto a dirigentes de otros países a favor de la constructora Odebrecht". El expresidente brasileño es investigado porque supuestamente influyó en el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), después de haber concluido su mandato, para que le concediera créditos a la constructora Odebrecht, destinados al financiamiento de obras en otros países latinoamericanos y africanos en los que trabaja. Según la vocera, la investigación contra el exmandatario fue abierta formalmente el pasado miércoles 8, después de un procedimiento preliminar sobre las actividades del exmandatario, que por lo pronto no será llamado a declarar. "Estamos tranquilos. El Instituto Lula tiene certeza de la transparencia y legalidad de las actividades del expresidente Lula", indicó José Crispiniano, portavoz de una fundación creada por el expresidente tras dejar el gobierno. Añadió: "Ya dimos todas las informaciones a la fiscal Mirella de Carvalho Aguiar este fin de semana y nos extraña que en tan poco tiempo haya analizado todo el material". En junio pasado la policía de Brasil arrestó a Marcelo Odebrecht, presidente de la constructora, y acusó al conglomerado administrado por su familia de liderar un esquema de sobornos por 2 mil 100 millones de dólares en Petrobras. Odebrecht, de 46 años, tiene vínculos personales con Lula da Silva, por lo que ahora la investigación alcanzó al exgobernante brasileño, quien –según la biografía autorizada de José Mujica, "Una oveja negra al poder", escrita por Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz, donde narra detalles de una conversación entre el líder uruguayo y el expresidente– afirmó que durante su gestión tuvo que lidiar con muchas cosas inmorales, chantajes", y que "esa era la única forma de gobernar Brasil". El pasado martes 14, la Policía de Brasil y el MPF allanaron la mansión del expresidente Fernando Collor de Mello, por una investigación que también lo vincula con el escándalo de corrupción en Petrobras. Con autorización judicial, los agentes ingresaron a la fastuosa Casa da Dinda, residencia del senador Collor en la zona norte de Brasilia, así como a las oficinas de la TV Gazeta del estado de Alagoas –repetidora de la cadena Globo de la cual es propietario– y al departamento, también en Brasilia, que se le asigna por su condición de parlamentario. La policía incautó tres vehículos, un Ferrari rojo, un Porsche negro y una Lamborghini plateada, propiedad del imputado. En el marco de las investigaciones por el caso "Petrolao", como se conoce al escándalo de denuncias que salpican a Petrobas, iniciadas en un juzgado federal en Paraná, el Supremo Tribunal Federal (STF) ordenó procedimientos en los estados de Alagoas, Pernambuco y Bahía, en la región nordeste; San Pablo y Río de Janeiro, en el sudeste, así como en el suereño Santa Catarina y el Distrito Federal de Brasilia. "Estas medidas son necesarias para el esclarecimiento de los hechos investigados en el Supremo Tribunal Federal, siendo que algunas diligencias tuvieron como objetivo garantizar la aprehensión de bienes adquiridos posiblemente a través de maniobras delictivas", informó la Fiscalía. Collor de Mello fue citado en las declaraciones del dueño de casas de cambio Alberto Youssef, señalado como uno de los operadores de la red de corrupción que hizo un acuerdo de delación premiada a cambio de una reducción de su condena. Además, el empresario Ricardo Pessoa, también procesado en la causa de Petrobras, denunció que Collor le cobró 20 millones de reales (6.6 millones de dólares) para facilitar contratos por unos 300 millones de reales (100 millones dólares) con la BR Distribuidora, empresa subsidiaria de Petrobras.

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