MÉXICO, D.F. (apro).- Luego de ser relevado de su cargo como director general del Fideicomiso del Centro Histórico (FCH) por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, el pasado 24 de julio, Inti Muñoz Santini se deslindó de la restauración a la estatua ecuestre de Carlos IV, conocida popularmente como El Caballito, que la dañó de manera irreversible. Mediante un correo electrónico, el también exdiputado perredista dijo a apro: “Es importante aclarar firmemente que ni un servidor ni el Fideicomiso del Centro Histórico fueron responsables de la mala intervención en la escultura en septiembre de 2013. Esto ha quedado plenamente esclarecido en decenas de documentos dados a conocer a través de los sistemas de información pública de la ciudad y en el proceso que desarrolló la Contraloría del D.F.” El exfuncionario recordó la polémica desatada en el grupo de Facebook llamado “El Caballito, conservación”, fundado por el fallecido historiador Guillermo Tovar de Teresa, cronista de la Ciudad de México. A decir suyo, ese debate tuvo como resultado “una relación precisa de los hechos y un seguimiento ciudadano de la ruta para la conservación de la estatua y su pedestal”. Y aunque no señaló a los responsables de la contratación de la empresa Marina, Restauración de Monumentos, responsable del daño a la estatua de Carlos IV, obra de Manuel Tolsá, Muñoz Santini aseguró: “Bajo mi conducción, el Fideicomiso no propuso ni contrató a quien llevó a cabo la desafortunada intervención sin autorización del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia)”. Durante su gestión en el Fideicomiso –al cual llegó en 2008– “jamás” se trabajó sin licencias o autorizaciones del INAH, defendió. Por el contrario, agregó, hubo un compromiso cotidiano con “la correcta coordinación institucional”. Y aceptó lo que se rumoró en los medios de comunicación en su momento en el sentido de que a él simplemente le tocó “dar la cara” por los hechos ocurridos, aunque extraoficialmente se comentó que fue responsabilidad de Alejandra Moreno Toscano, Autoridad del Centro Histórico, y Héctor Serrano, entonces secretario de Gobierno: “Nuestro papel fue, tras lo ocurrido, dar la cara por la ciudad para explicar las cosas y construir una solución en coordinación con el INAH, aun a costa de que un sector de la opinión pública confundiera el compromiso con rendir cuentas que asumimos con la idea de que habíamos sido responsables”, dijo. El pasado 21 de julio, el FCH anunció en un comunicado que iniciará una nueva etapa para la restauración de “El Caballito”, luego de que un equipo de expertos aprobó el programa de intervención. El restaurador responsable, Mauricio Benjamín Jiménez Ramírez, fue asignado con el aval del INAH. Los estudios finales –según la información del Fideicomiso todavía encabezado por Inti Muñoz–, estarán listos en las primeras semanas de agosto. “Con base en los resultados obtenidos, el equipo coincide en que será posible realizar una restauración óptima de la escultura y de su pedestal y que los procedimientos necesarios podrían tener una duración aproximada de tres meses”, agregó. Sin embargo, el viernes cerca de la media noche, Muñoz Santini fue sustituido por el historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Mariano Leyva Pérez Gay. Se trata del investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH y autor, entre otros libros, de El ocaso de los espíritus, El espiritismo en México en el siglo XIX, El complejo Fitzgerald. La realidad y los jóvenes escritores a finales del siglo XX y Perversos y pesimistas; este último es un estudio sobre los escritores decadentes mexicanos. Luego de su destitución, Inti Muñoz publicó en su página de Facebook un texto, del cual envío una copia a esta agencia, en el cual agradeció a su equipo, vecinos, trabajadores y académicos que participaron en el proyecto de rescate del Centro Histórico durante su gestión.