Especialistas de la UNAM explican científicamente la "pintura accidental" de Siqueiros

sábado, 15 de agosto de 2015 · 19:19
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Investigadores de diferentes disciplinas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encabezados por Roberto Zenit, descubrieron los aspectos científicos en torno a la “pintura accidental” que experimentó el muralista David Alfaro Siqueiros a partir del descubrimiento sobre la física y dinámica de los fluidos. Según información de la propia universidad, el equipo de especialistas de los institutos de investigaciones Estéticas (IIE), de Ingeniería (II) y en Materiales (IIM) el estudio de esta técnica empleada por el artista nacido en Arcos de Belén en la Ciudad de México, comenzó cuando Sandra Zetina, coordinadora del Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte del IIE se interesó por la técnica experimental. Siqueiros la utilizó en las obras Suicidio Colectivo, El nacimiento del fascismo y El fin del mundo: “La primera, exhibida en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, es un monumento a las culturas prehispánicas condenadas de las Américas y un grito de guerra contra los regímenes totalitarios contemporáneos”, destaca la UNAM Como parte de su tesis de maestría, Zetina investigó otra de la obras, Explosión en la ciudad, perteneciente al Museo Carrillo Gil, “cuya fecha (1935) había sido cuestionada por la historiadora del arte, Esther Acevedo”. Junto con una colega reprodujo el experimento de la técnica: “Entendimos porqué Siqueiros hizo esas imágenes, porque todas son apocalípticas y justo tienen que ver con la capacidad de los fluidos de moverse”. La técnica fue descubierta por Siqueiros en 1936 quien la calificó como algo “maravilloso”, sólo comparable al “misterio de la creación entera”, que consistía en la superposición de colores que daban como resultado fenómenos plásticos. El propio pintor -recuerda la información de la UNAM- narró en alguna ocasión que en un taller montado en Nueva York pudo “crear lo más insospechado y dinámico (…) Formas que se revuelven entre sí y se destrozan las unas contra las otras lanzando al aire la síntesis de su choque”. Y le llamó “accidente controlado”. Pero hasta recientemente no se había explicado cómo se producía ese “accidente”. Miembro del equipo de investigadores, el ingeniero Francisco Godínez detalla ahora que la pintura accidental es producida por un fenómeno presente en la naturaleza denominado inestabilidad Rayleigh-Taylor. “Se produce si un fluido de baja densidad ‘empuja’ a otro de alta, como ocurre en las nubes, los domos salinos, las nebulosas o, incluso, al hacer un hot cake y el fluido de la masa con leche, al entrar en contacto con el aire caliente del sartén, de diferente densidad, genera ‘inestabilidades’ en las orillas.” Siqueiros hablaba de una pintura que “se crea a sí misma”. Él “tiraba la pintura y la dejaba actuar”. Los estudiosos comenzaron a reproducir  la técnica y fue Zenit quien identificó la inestabilidad Rayleigh-Taylor. Se hicieron varias mezclas con diferentes proporciones. Explican que la más usada fue blanco con negro, el primero es más que el segundo, por lo cual tiende a ir hacia abajo y crea un movimiento de hongo, como si fuera una explosión atómica “porque el aire también es un fluido. Luego se hizo con otros colores, amarillo o azul de Prusia, “que no pesa”, sobre laca traslúcida “y no pasó nada”. Concluyeron que el efecto varía de acuerdo con el color o más específicamente “con la densidad de cada laca”. Teóricamente, el trabajo se sustentó en la investigación de Subrahmayan Chandrasekhar, Premio Nobel de Física en 1982, quien planteó el análisis de inestabilidades de Rayleigh-Taylor. Se complementó con el registro de imágenes para hacer un estudio matemático de las inestabilidades, un análisis digital y de complejidad de la imagen, se midió la entropía y se obtuvieron los números de Betti, “que en topología algebraica distinguen los espacios topológicos”. El estudio completo se presentó en revistas como Physics of Fluids y recientemente en PLOS ONE; Nature hizo un resumen de dicha publicación Próximamente Physics Today publicará una parte del trabajo. La UNAM recuerda que al taller experimental de Siqueiros en Nueva York, asistieron artistas como Jackson Pollock, miembro del llamado expresionismo abstracto. Y que en una carta del 6 de abril de 1936, Siqueiros habló a su entonces novia, María Asúnsolo, de la técnica, utilizada en El nacimiento del fascismo, que se exhibe en la Sala de Arte Pública Siqueiros: “Conseguimos crear el mar y no copiar el mar.” Para Sandra Zetina el estudio permitirá continuar la colaboración entre científicos e historiadores de arte no sólo en el análisis de las obras sino en su conservación.

Comentarios