SALTILLO, Coah. (proceso.com.mx).- Textos bien documentados sobre Nietzsche y Gandhi, fantasías infantiles y cuentos tristes con relatos “dolorosísimos sobre torturas y humillaciones” sufridas en las cárceles, forman parte del nuevo libro Tic Tac, escrito por presos del Cereso Varonil de Saltillo. El libro fue producto de un taller de escritura y periodismo titulado El Ojo Derecho de Polonio que organizó la activista Jackie Campbell y que será presentado el próximo viernes 28 a las 19:00 horas en el Museo de las Aves de esta ciudad. Las cárceles mexicanas se han trasformado en los últimos años en un cruel infierno. Incluso a los nuevos presos se les debería advertir como lo hace Dante a los que van descendiendo al averno: “Vosotros, los que entráis, abandonad toda esperanza”. Prisiones con autogobiernos dirigidos por miembros de los grupos más despiadados del crimen organizado, que cuentan con la complicidad de las autoridades penitenciarias. Debido a ello ahora los internos tienen que someterse cotidianamente a golpizas, humillaciones y a pagar cuotas para que sus vidas sean respetadas, lo que ha empobrecido más a sus familias. En medio de ese desesperanzador ambiente, unos 34 internos del Cereso Varonil de Saltillo acudieron durante casi dos años al Taller Escritura y Periodismo que impartieron periodistas, activistas de derechos humanos y escritores. El libro colectivo Tic Tac recoge 82 textos en 240 páginas con narraciones contadas por los prisioneros. La investigadora Elena Azaola, especialista en prisiones del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores (Ciesas), destaca en el prólogo que algunas historias son “dulces como los cuentos que contaría cualquier niño”. Pero otras son narraciones duras, por la crueldad y el horror de las palabras que reflejan las luchas de sus autores, quienes se han enfrentado “a uno y mil demonios”, como la droga, el alcohol y sobre todo la sensación de vacío y soledad que les aqueja en las cárceles. “El capítulo de prosa poética contiene poemas hermosos y conmovedores que nos permiten constatar que, aún en las más difíciles circunstancias, lo seres humanos preservan su capacidad de apreciar la belleza y transmitirla”, destaca Azaola. El texto contiene también relatos que se refieren a la complicidad entre las autoridades y los grupos delictivos, y narran el control que los miembros del crimen organizado mantienen sobre la vida de la prisión. Uno de los integrantes del taller, quien recientemente obtuvo su libertad, destacó que lo más importante de su participación fue recobrar su dignidad, al ser tratado por primera vez como un ser humano.