MÉXICO, D.F. (apro).- El Foro Shakespeare, representado por proyectos teatrales con causa social, muestra la obra “El Cuentero Urbano” como desahogo para la gente y para alentar su deseo de ser escuchada. Hace unos meses, sus representantes activaron un mecanismo de producción con un trabajo de campo: la recolección de historias libres de personas interesadas en compartirlas. El acopio de relatos se realizó en diferentes demarcaciones de la Ciudad de México. Luego, un grupo de creativos conformado por el dramaturgo Juan Carlos Cuéllar, el director de escena Juan Carrillo, los actores Manolo García y Federico Tello y la actriz Alejandra Villarruel, dio formato teatral a las historias en un trabajo de laboratorio. Ésta fue la segunda fase del mecanismo. Al respecto, Cuellar comenta que el proyecto hasta su fase dos funcionaba bajo una necesidad ciudadana actual: Reacomodar la memoria y generar nuevos espacios a través de la palabra. Los ciudadanos del Distrito Federal desean ser escuchados, dice. Actualmente, el proyecto se encuentra en su fase tres, correspondiente a la representación en el espacio público de relatos verdaderos que antes estaban en condición de invisibilidad. Para ello, se instala un escenario denominado “Dramabus” en lugares cercanos a los transeúntes y residentes de distintas zonas de la capital y durante el fin de semana. El “Cuentero Urbano” es itinerante. Se ubica en diferentes puntos del territorio urbano: Plaza Santo Domingo, Iztapalapa, Coyoacán, Xochimilco, Polanco, Central de Norte y San Ángel. Las historias teatralizadas son: “Bety no te cases”, “Cuando abrí los ojos”, “Si las muñecas hablaran”, “Desayuno en Polanco”, “Ahora lo ves, ahora no lo ves”, “Estoy lista” y “Nadie dice nada”. A propósito de ésta última, es la historia de Felipa Bautista, quien se dedica a vender imágenes religiosas en el portón de la iglesia San Juan Bautista de Coyoacán. Su relato se presentó en el Jardín Hidalgo ante 200 espectadores. La narrativa teatral muestra a una madre inmersa en el precario sistema de salud de la Ciudad de México, donde pierde a su hijo menor. Tiene un juego de alto contraste: A Felipa Bautista la encarna la actriz Villarruel, vestida con elegante arreglo y dulce voz, mientras que el sistema de salud capitalino es representado por García y Tello, dos enfermeros clown surrealistas y macabros. La puesta en escena logra reivindicar a Felipa Bautista como madre, mujer y ciudadana al denunciar la inoperancia que caracteriza a ese servicio público. El Foro Shakespeare se ubica en Zamora 7, colonia Condesa, Ciudad de México.