VILLAHERMOSA, Tab. (apro).- Propietarios de gasolinerías están cometiendo “asalto masivo” contra usuarios, pues roban hasta la mitad por cada litro que despachan, denunció el delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Máximo Moscoso Pintado. Lo anterior, alertó, coloca a la entidad en primer lugar nacional como la zona donde con mayor voracidad se realiza este tipo de abusos, en perjuicio del consumidor. “Están masacrando la economía de los tabasqueños, es un asalto masivo lo que se está cometiendo en contra de los usuarios”, acusó. El funcionario federal mencionó que de 550 bombas despachadoras revisadas en los últimos dos meses, de 35 gasolinerías, 191 han sido inmovilizadas por despachar litros incompletos. Además, ocho propietarios de estas 35 gasolinerías se negaron a ser revisadas, por lo que tuvieron que pagar multa de 250 mil pesos. El año pasado las multas sumaron 4 millones 500 mil pesos. En promedio, la Profeco realiza cinco operativos de verificación cada semana y, cuando se detectan irregularidades, las bombas despachadoras son inmovilizadas inmediatamente. Las principales irregularidades son dar “medios litros” y detectar agua en el combustible, aunque el encargado de vigilar esta irregularidad es Petróleos Mexicanos (Pemex), aclaró Moscoso Pintado. También destacó que los consumidores presentan más de 200 quejas al mes ante la Profeco por “robo” en la compra de combustibles. Y como ejemplo, resaltó entre que las estaciones de servicio que más roban se encuentra la ubicada en el centro comercial Soriana de la colonia San Joaquín de Villahermosa, de la empresa Hidrosina; Servi Fácil de la Plaza Cristal, y otra del Grupo Energético del Sureste, localizada en avenida Universidad, frente a la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT). Esta última es propiedad del multimillonario Carlos Mouriño Atanes, exdirigente de los Amigos de Fox en Campeche y padre de Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación con el presidente Felipe Calderón, muerto en noviembre de 2008 en un percance aéreo. En otra gasolinería, ubicada sobre la carretera Villahermosa-Cárdenas, en el entronque al municipio de Cunduacán, se descubrió una bomba despachadora que robaba medio litro por cada unidad supuestamente despachaba.