MÉXICO, D.F. (apro).- A pesar de que aún es un “anteproyecto de ley”, el gobierno de Enrique Peña Nieto ya construyó las sedes de lo que será el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (Cenfi) y sus cinco centros regionales (Cerfis), donde se espera concentrar todo el trabajo de inteligencia del Estado mexicano. De acuerdo con el Tercer Informe de Gobierno, en diciembre del año pasado se concluyó la obra civil de lo que será el Cenfi y sus centros regionales distribuidos en el noreste, noroeste, centro, occidente y sureste del país. La ubicación de esos centros fue omitida en el informe presidencial. Los Cenfi de las regiones sureste y occidente iniciaron actividades en abril y mayo pasados, respectivamente, mientras que los demás han empezado a ser equipados tecnológicamente. Los directamente involucrados en la operación de esos centros son la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), y la Procuraduría General de la República (PGR). El anteproyecto para “regular” un Sistema Nacional de Inteligencia fue elaborado por la secretaría de Gobernación (Segob) y aún está pendiente de aprobación por la Consejería Jurídica de la presidencia de la República, antes de que la iniciativa de ley sea enviada al Congreso. El propósito de fusionar los trabajos de todos los responsables de la inteligencia del Estado mexicano, deberá pasar por la aprobación de la Ley de Seguridad Interior. Según el informe presidencial, esa ley también está apenas en fase de anteproyecto. Anunciado desde el inicio del gobierno por el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, el Sistema Nacional de Inteligencia “busca sentar las bases para la fusión de las inteligencias especializadas e información estratégica que genere la APF”, (Administración Pública Federal), dice el documento. A pesar de la falta de ley, el gobierno presume logros. De acuerdo con el Informe, la coordinación e integración de capacidades y recursos de la Sedena, Secretaría de Marina, PGR, Policía Federal y Cisen ha permitido la identificación de estructuras delictivas, así como su distribución geográfica y zonas de operación. Aseguró que “de los 122 objetivos relevantes, considerados piezas clave en las estructuras delictivas, 92 han sido neutralizados, 78 detenidos y 14 fallecidos al resistirse con violencia a las acciones de la ley”. A pesar de esta coordinación, el 11 de julio pasado, uno de los principales jefes del cartel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, se fugó del penal de máxima seguridad del Altiplano, en el municipio de Almoloya, en el estado de México. La fuga, la segunda del capo de un penal de máxima seguridad en 14 años, se sumó a la crisis de seguridad que enfrenta el gobierno de Peña Nieto. De acuerdo con la Presidencia, el proyecto de fusión implica a la inteligencia “naval, militar, criminal, prevención del delito, epidemiológica, financiera, económica, sanitaria, fiscal, entre otras, para atender de forma integral y oportuna, los riesgos y amenazas a la seguridad nacional”.