Monólogo sobre la vida de Antonieta Rivas Mercado

martes, 8 de septiembre de 2015 · 00:42
MÉXICO, D.F. (apro).- En el monólogo Cita en Notre Dame, la actriz Roxana Andrade se transforma en la mexicana Antonieta Rivas Mercado (periodista, dramaturga, promotora cultural, activista y bailarina), quien unas horas antes de suicidarse en la catedral de París, Notre Dame, hacia 1931, reflexiona sobre su polémica vida. “Rivas Mercado fue incomprendida. Vivió una época que era distinta a su forma de ser. Ella estaba muy adelantada gracias a la educación que tuvo de filosofía, de clases particulares que le impartieron en su casa, manejaba varios idiomas, inglés, francés, alemán, italiano y griego, a su corta edad, y era mal visto el divorcio y ella se separó de su esposo, el inglés Albert Edward Blair, con quien tuvo un hijo, Donald Antonio”, destaca Andrade en entrevista. Enseguida ostenta que el único que la comprendió fue su padre, el arquitecto Antonio Rivas Mercado, quien hizo obras como El Ángel de la Independencia y terminó el Teatro Juárez de Guanajuato: “Desde niña indagaba sobre la vida y por eso fue una mujer no resignada a lo que estaba viviendo. También por su relación cercana con su padre y su tío, quienes estaban muy informados en la política, ella se comprometió políticamente. Cuando se involucró en la campaña de José Vasconcelos se le cayó su vida color de rosa. Se dio cuenta de que la realidad en México no era la que ella estaba viviendo, y eso lo hizo comprometerse aún más que invirtió toda su fortuna en la campaña de Vasconcelos.” Ella se mata el 11 de febrero de 1931 en el interior de la catedral de Notre Dame con la pistola de este político, educador, escritor y abogado, de quien fue compañera sentimental, y participó y apoyó económicamente su candidatura presidencial en 1929, pero fue derrotado por un fraude electoral, según dejó escrito la misma Rivas y se menciona en el monólogo. Cita en Notre Dame, dirigida por Gema Aparicio y escrita por Vicente Ferrer y la misma actriz Andrade, se estrenó en el Foro Polivalente Antonieta Rivas Mercado de la Biblioteca de México, plaza de la Ciudadela 4, Centro. Su primera temporada acaba de finalizar, mas pronto tendrá una reposición. Cita en Notre Dame, cuya escenografía e iluminación es de Carolina Jiménez, la música es de David G. Martínez y las voces de Sergio Bátiz, Raymundo Pastor y Raúl Tirado Quintanar, aborda cómo fue el divorcio de Rivas Mercado (Ciudad de México 1900) con Blair, quien le quita a su hijo. La actriz, como Rivas Mercado, le arguye a Blair en el escenario: “Soy fiel a mis ideas, a pesar de tu censura y la de mi familia. ¿Crees que puedes cambiar mi forma de pensar?, yo estoy hecha de otra madera, soy un espíritu libre, no me puedes encadenar. ¿Qué? … Quemaste mis libros alegando que eran instrumentos del demonio, ¿cómo pudiste?...” También se muestra en el montaje cómo se enamora de Manuel Rodríguez Lozano, pintor mexicano ligado al grupo de Contemporáneos, pero sólo fueron amigos; además, su participación en la fundación del Teatro Ulises, donde el grupo del mismo nombre realizó teatro experimental, entre los que se encontraban el poeta Xavier Villaurrutia; y su apoyo a la Orquesta Sinfónica de México, dirigida por Carlos Chávez. Además se destaca que para combatir la injusticia y la desigualdad se dedicó a dar clases a jóvenes de escasos recursos, entre los cuales estuvo el escritor oaxaqueño Andrés Henestrosa. Igual se observa cómo trabajó para la campaña presidencial de Vasconcelos, y la manera como Plutarco Elías Calles usó la violencia con los que apoyaron a quien fue el primer secretario de Educación Pública. --¿Cómo trabajó el papel de Rivas Mercado? --se le pregunta a Andrade. --Primero comencé leyendo todos los libros sobre ella y viendo sus fotos. Me guié en lo que me inspiraba como mujer, y todo lo escribí. Me fui imaginando las escenas. Me ayudaron mucho la novela histórica A la sombra del ángel, de Kathryn Blair, y el libro Correspondencia Antonieta Rivas Mercado, de Fabienne Bradu, y a partir de allí se fue construyendo la obra. “Escribí, con todas mis ideas, una especie de novela, con las situaciones de vida de Antonieta, luego le fuimos dando forma.” Su solidaridad --Resalta en el montaje el compromiso de Rivas Mercado de que hubiera una mejor educación y su preocupación por los pobres en México, pero también cómo ayudó a todos los creadores y políticos de su alrededor, ¿la utilizaron por tener una buena posición económica? “Con seguridad”, responde Andrade, quien también es cantante: --No creo que Vasconcelos la haya utilizado, aunque cuando perdieron las elecciones, que el fraude y la fuerza de las armas fue más fuerte, se acabó todo. --¿Cómo hay que recordar a esta intelectual y activista? --Hay que tomarla como una mujer de la cual hay que aprender mucho, no dejar de informarnos, de ser activos en la sociedad y de no conformarse. “Lo que vivió ella, lo estamos viviendo todavía, es una pena.” Interviene la directora de Cita en Notre Dame, Gema Aparicio, al denunciar que “un siglo después en México no ha cambiado nada”. Se pregunta si valió la pena el esfuerzo que hizo Rivas Mercado: “Esta idea maravillosa de Vasconcelos de vamos a educar al país, ¿dónde está? Ya ha pasado un siglo, y es terrible y muy, pero muy triste, ese problema en México. Los años veinte del país fueron importantes porque hubo movimientos que rompieron con todo, no sólo en México, sino en el mundo, en cuanto a la cultura, la política, surgieron las revoluciones, ¿luego qué pasó? A través de la obra me interesa mucho lanzar preguntas al público. Que a partir de la información que estamos lanzando con datos reales, pero también hay ficción, se busca que la personas investiguen más de finales de los veinte del siglo pasado en el país, que indaguen más sobre Carlos Chávez, Vasconcelos, Rodríguez Lozano y el Teatro Ulises, en fin. “Entiendo que hay muchos puntos de vista porque a Rivas Mercado la han llevado a escena varias veces, hay muchos libros, una película de Carlos Saura, en fin, existe mucha información, pero finalmente este es el punto de vista de Roxana y mío, de dos mujeres que también pretendemos hacer el teatro de otra manera, que intentamos resolver la situación complicada de la cultura en este país a veces como para crear proyectos como este. Creemos que las cosas se tienen que hacer a partir de que uno genere movimiento, es decir, debemos movernos para que sucedan las cosas, nadie nos tocará a la puerta de nuestras casas para decirnos: ‘¿Les gustaría realizar un proyecto?’” A Andrade se le interroga: “¿Cuál es su sentir al recrear a Rivas Mercado?”, y detalla: “Me hace sentir fuerte y más despierta en cuanto a la vida, no nada más a lo social, lo político, sino en cuanto a vivir.” --¿Es difícil realizar un monólogo de una mujer como Rivas Mercado? --Sí, porque además escogí los momentos más intensos que vivió, si hay uno que otro divertido, pero casi todos son los más fuertes que para mí son los que la caracterizan. Se dice que cuando pasó lo del suicidio no se hablaba de ella en su casa, quitaron todas sus fotos. Ella era como un tema tabú para la familia hasta que llegó la esposa de Antonio, Kathryn, y empezó a preguntar. Se informó y le pareció muy interesante la vida de Antonieta que fue cuando escribió el libro. Por su parte, Gema Aparicio habla de la iluminación del montaje, que ha gustado mucho al público: “Carolina Jiménez, quien laboró la escenografía y la iluminación, ha sido muy importante en este proyecto desde la gestación. También el de Ana Kuri, responsable de la Fundación Antonieta Rivas Mercado. El trabajo de Carolina lo compartimos porque se creó a partir del poco dinero con el que contamos para el montaje.” Con la investigación que efectuó sobre Rivas Mercado, la actriz Andrade ha conocido más de la historia de México. --Existieron muchas mujeres de esa época, Tina Modotti, Nahui Olli, Frida Kahlo, en fin, y apenas se están conociendo a profundidad, ¿qué opina? --Hay una necesidad de tomar estandartes, ahora que está todo tan decadente, todo es por medio de las redes sociales, hasta el amor, creo que hay una necesidad de retomar la memoria, ¿qué somos sin la memoria? Tanto Gema como yo es nuestra responsabilidad traer esa memoria al presente y hacerlas vivas. Entonces, redondea Gema Aparicio: “Hay tantos personajes femeninos en nuestra historia y creo que la importancia sí la han tenido, pero el reconocimiento no. Ahora todo el mundo puede sacar fotos con su celular, antes no todo el mundo podía poseer una cámara. Me parece que es importantísimo revalorar a todas esas creadoras y creadores de principios del siglo XX. “Desafortunadamente nuestro rango de memoria es súper corto. Rivas Mercado entregó su vida por una idea, por intentar cambiar el mundo y de pronto no sucede. Es importante regresar a estudiar a estas mujeres porque nosotros somos el resultado de ellas.” La dramaturga Estela Leñero escribe en el programa de la pieza teatral: “Cita en Notre Dame da cuenta de una Antonieta total con múltiples aristas y contradicciones. Yendo de lo privado a lo público a partir de un yo íntimo y entrañable, Antonieta Rivas Mercado se nos presenta en la soledad de su existencia. Inquieta siempre, guiada por sus pasiones y su espíritu libre, no repara en transgredir los cánones sociales de su época, convencida de que lo fundamental es ser congruente consigo misma.” Al final de la obra, el personaje Rivas Mercado, deduce: “¡Apoyé los proyectos de tanta gente y descuidé los míos!”

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