Al amanecer, un monólogo de Fausto Ponce

martes, 15 de septiembre de 2015 · 20:58
MÉXICO, D.F. (apro).- Si el fracaso del amor es la muerte de un yo, con razón duele. La ruptura sentimental no trata sobre el espacio vacío que la pareja deja fuera. Es acerca de dejar morir, internamente, a ese yo que pertenece a un tiempo y a un lugar. Esa es una de las perspectivas que brinda el trabajo literario de Fausto Ponce en Al amanecer, escenificación de 10 poemas de su autoría. Egresado de Comunicación, y cercano siempre al teatro, escribió los poemas hace un año como punto de arranque de un proceso personal de duelo. Luego, éstos llegaron a manos de Maru Dueñas, actriz, quien se hizo cargo de la dirección escénica. Ella dirigió al escritor en la encarnación de sí mismo. Y se invitó al músico Leonardo Kin, hermano de Ponce García, a realizar las composiciones originales y la escenofonía. El colectivo quedó completo para llevar a escena poemas sobre un duelo amoroso. La pieza fue estrenada en el Foro Lucerna del Teatro Milán el pasado 8 de septiembre, confirmando que el dolor es un movilizador poderoso de migración interna mientras se encuentren los medios para liberarlo. Ponce, quien está dedicado profesionalmente al periodismo --participa en el programa de radio Dispara Margot, Disparahttp://facebook.com/disparamargotdispara, de Sergio Zurita, en MVS y es columnista de cine de este mismo espacio, Cultura en la mira, suplemento cultural de la agencia Apro que se reproduce en proceso.com.mx--. Su trayectoria en la comunicación incluye colaboraciones en Gente, Sky View, Dónde ir, entre otras publicaciones. Como hombre, cuenta con 36 años de edad y es un apasionado de la cultura pop. Tiene explorada una idea del héroe, que ha nutrido con autores como los estadunidenses Joseph Campbell, famoso especialista en mitología, y George Lucas, creador de Star Wars. Estos y sus obras son influencias claras en las elecciones existenciales de Ponce. De hecho, el muñeco de Darth Vader --el villano de la epopeya cinematográfica-- es un recurso de utilería en la puesta al que Ponce deposita una carga simbólica y con quien interactúa en escena. Halla en la palabra, medio que él domina, un vehículo vital para cosas que tiene que decirse a sí mismo y para el desahogo. La escenificación de su poesía lo coloca en un nuevo reto: socializar la experiencia con el público como una conclusión del proceso de duelo que inició hace un año. La pieza funciona como “un arte para sanar”, de acuerdo con los principios jodorowskianos. Ponce recita, tranquilo, el poema El loco. Unos fragmentos de éste a continuación: Soy ese que cree poder vencer a la muerte para luchar por ti, por la mujer que amo. Y aunque parezca capaz de coartar tu libertad la verdad es que soy ese capaz de hacerte sentir libre. Soy ese que cree que juntos somos mejores (…) Soy ese que te puede cuidar como nunca nadie podrá hacerlo, ese que se pone su máscara de súper héroe creyendo que te puede defender de todo y de todos aunque no lo necesites. Lo acompañan los actores invitados Héctor Berzunza y la misma Maru Dueñas, así como Paola Zepeda, quien realizó una sugerente ilustración con textura de acuarela para el cartel de difusión de Gitel Zepeda.

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