MÉXICO, D.F. (apro).- El presidente de la Fundación Kaspárov para Iberoamérica, Hiquíngari Carranza, platicó con nosotros sobre el planteamiento de esta institución, hacia dónde va y qué resultados espera lograr. He aquí lo más relevante de dicha entrevista. --¿Cuáles son las ideas fundamentales que animan la Fundación Kaspárov para Iberoamérica, que usted preside? --La piedra angular de nuestro trabajo, nuestro más caro anhelo es formar a millones de niños dentro del ajedrez, ¿cómo? capacitando masivamente maestros a partir de seminarios presenciales y cursos en línea, para que a su vez, ellos formen a los niños y jóvenes de nuestra región. Esta idea ha generado una buena expectativa en los círculos académicos y la gente en general. La tarea no es tan fácil como el decirlo, pues se requiere abrir espacios en el sistema educativo, y hacer que el ajedrez salte a la calle de manera exponencial y se juegue en todos los espacios públicos, parques, jardines, plazas, talleres, clubes vecinales. --¿Por qué el ajedrez resulta importante? --Por una parte, quien aprenda a jugar tiene un pasatiempo para toda la vida además de ser un espacio para practicar una disciplina deportiva. Pero sobre todo el ajedrez da herramientas para la vida, para el estudio. Es un catalizador, un reto, es estimulante porque el ajedrez te hace consciente de lo que piensas. Y en nuestro mundo en general, hay pocos espacios para pensar. “Si analizamos el entorno actual, lo que tenemos son actividades enajenantes. Son actividades ofensivas en donde no se pretende formar, inculcar valores, nada. Diría que son actividades perniciosas y no sólo para los niños, sino para la sociedad en pleno. Uno de los problemas es que hay muchos intereses ajenos a las actividades lúdicas, que impiden que estas funcionen. Para decirlo en pocas palabras, si queremos un México posible, capaz de sortear el doloroso momento que atravesamos, tenemos que apostar por la educación, eso es vital para este país, y en esto, el ajedrez tiene mucho que aportar. --¿Qué puede hacerse ante este entorno tan poco atractivo? --Hay desinterés, falta de voluntad. Tenemos que revertir esto para que se abran las puertas, hay que picar piedra, literalmente. Necesitamos construir nuevos paradigmas, abrir brecha e involucrar a mucha gente en este tema del ajedrez y los niños. Despertar las consciencias y darnos cuenta que tenemos que cambiar el futuro. La Fundación Kaspárov bien puede ser promotora y receptora de propuestas. Tenemos una sociedad que está realmente dispuesta. La gente es buena y quiere que las cosas cambien. El camino es promover actividades constructivas, diferentes, que desarrollen la inteligencia y promuevan la solidaridad, actividades que nos ayuden a reconstruir el país, y sin duda el ajedrez es una de ellas. --Háblenos un poco de los cursos de la fundación. --Los seminarios que hemos realizado han motivado a más de cuatro mil personas que están ya convencidas de que el ajedrez funciona. Y estamos muy contentos, hemos tenido solamente 6% de deserción. El ajedrez es una herramienta muy completa, un juego el que aprendes que en cada jugada las cosas cambian. La complejidad de la vida es variable y cambia constantemente, en cada jugada, el panorama se torna distinto. El ajedrez da rigor, disciplina de análisis. Permite elaborar estrategias, analizar posibles tácticas y más allá de eso, le da seguridad a tus juicios. Para fomentarlo, hemos diseñado un modelo que busca la capacitación y certificación de miles de profesores de ajedrez. Se trata de abrir no solamente los espacios, sino de estrenar una bolsa de trabajo inteligente, que abra nuevos espacios de corte laboral. La Fundación Kaspárov no se desentiende al final de su matrícula, sino que sigue apoyando a los profesores más allá de lo que ya han aprendido. --¿Cuáles son los planes a futuro cercano de la fundación? --Llevar el modelo de formación a todos los estados de la república y a los países que constituyen la región iberoamericana. Algo que ya está siendo realidad, haremos nuestros primeros seminarios fuera del país, en Panamá, que es el puente para iniciar con este trabajo de formación de profesores fuera del país. Aquí queremos formar mil 500 panameños. Panamá es el uno de los Estados líderes de Centroamérica y es un país estratégico para trabajar, pues es la entrada a Sudamérica y quizás el país continental más caribeño. Hoy por hoy existe un enorme interés por parte del gobierno panameño hacia la educación. “Por otra parte, en abril del 2016 iremos a España, para formar a un buen número de profesores de aquel país, en la pedagogía del ajedrez, iremos con nuestro seminario a 20 ciudades distintas. Estamos conscientes que en las sociedades de habla hispana hay muchos matices y vértices en sus diversas economías. Hay mucha gente que vive en la pobreza. Y que eso nos coloca desde un inicio con un hándicap frente a niños de otros países, con otros recursos. Por ello queremos que el ajedrez se convierta en un acompañante para el crecimiento y desarrollo de las personas. Y concluye: “Hago énfasis en esto: El ajedrez es una herramienta vital. No tenemos dudas al respecto. Y queremos llegar al mayor número posible de niños antes de que estos se conviertan en adultos”.