MÉXICO, D.F. (apro).- Una mujer y dos bebés, todas de nacionalidad estadunidense, resultaron heridas al quedar en medio de una balacera entre elementos de una patrulla militar y presuntos delincuentes que viajaban en un vehículo particular. Una de las pequeñas de un año de edad, recibió un disparo en la espalda, la otra de ocho meses sufrió “rasguños” por una bala que le rosó y la mujer, al parecer madre de una de las menores, resultó con heridas leves por esquirlas o fragmentos de vidrio, según el delegado de la Procuraduría General de la República en el estado fronterizo norteño de Tamaulipas, Guadalupe Salinas. De los hechos tuvo conocimiento la embajada de Estados Unidos en México pero argumentó que no podía dar más información debido a “políticas de privacidad”. La balacera ocurrió la semana pasada, pero hasta este jueves la autoridad mexicana confirmó la información. El delegado de la PGR dijo que las tres víctimas de nacionalidad estadunidense venían a visitar a familiares y mientras la señora conducía un vehículo quedaron atrapadas en la refriega. Afirmó que las tres regresaron a Estados Unidos y que las heridas que sufrieron no ponen en riesgo su vida. La pequeña que recibió el disparo en la espalda es atendida en un hospital de San Antonio, Texas. La persecución en la que resultaron heridas las bebés y la señora, ocurrió hace una semana cerca de Camargo, en la frontera con Rio Grande, Texas. “Iban siguiendo una camioneta los militares (y) se atravesó en ese momento (la familia)”, contó Salinas. Los soldados “creían que eran unos malhechores y (cuando) llegaron a su carro se dieron cuenta que no, que eran mujeres, o sea, las niñas y las señoras”, relató Salinas y afirmó que autoridades mexicanas han estado en contacto con la familia. El área donde ocurrió la persecución está bajo dominio del cártel del Golfo y ha sido escenario de batallas entre facciones rivales de esa organización y de Los Zetas.