MÉXICO, DF (apro).- Hoy es recurrente usar el término teatralidad en el campo propio del arte escénico. Pero, ¿a qué se refiere?, ¿cuáles características encierra esa palabra?, ¿con cuáles campos de conocimiento se entrecruza? El escritor Alberto Villarreal expuso respuestas durante la conferencia magistral titulada “Panorama del teatro y de las teatralidades contemporáneas”, que se realizó el 11 de este mes en el Teatro Santa Catarina de la UNAM en ocasión del encuentro “Oscilaciones frente al espejo, teoría y praxis de la escena y el performance”, organizado por el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), perteneciente a la misma universidad. Al acto, realizado en el foro localizado en Coyoacán, acudieron poco más de 30 personas. Villarreal, pendiente de la organización de los asistentes dentro del teatro, dispuso varios elementos para ser ocupados más allá de la tradicional sala de butacas: En el escenario había mesas para cuatro personas, con sus sillas correspondientes, y una barra coctelera (en la que no había bebidas) con sus bancos altos. La sala del teatro estaba libre para que los asistentes tomaran asiento en las butacas, como es lo habitual en una presentación de teatro. No se usó el sistema de audio. Y el ambiente de luz tenía muy poca intensidad, que invitaba a una intimidad de tipo reflexivo. El Teatro Santa Catarina fue utilizado ampliamente por el autor de la conferencia y los interesados con la intención común de deshacerse del formato tradicional de ponencia, para transformarlo en una conversación colectiva, en la que lo importante era la reunión de personas y elaborar disertaciones en torno a los conceptos actuales de lo teatral y la teatralidad. Como al día de hoy no es lo mismo usar cada uno de esos términos, Villarreal inició el diálogo exponiendo a los asistentes la “sustancia reactiva” sobre las contrastantes diferencias semióticas entre ambos para desajustar el hegemónico conocimiento modernista del teatro aún operante en ámbitos educativos y culturales del país. Propuso una perspectiva teórica que trazó una dicotomía del teatro, con la intención de observar analíticamente cada uno los conceptos ligados a la misma raíz artística: el teatro. En ese sentido, pudieron extraerse los siguientes comparativos de sustratos que pertenecen a cada rama conceptual: 1. Teatral/Teatralidad. 2. Representación/Acción. 3. Ficción/Situación. 4. Estética/Campo Expandido (Política, Sociología, Antropología, Pedagogía). 5. Construcción de objeto/Construcción de sentido. 6. Yo/Nosotros. Villarreal profundizó, específicamente, en el concepto de teatralidad, que es el que a él le interesa llevar a la práctica como escritor, director e investigador escénico, para lo cual realizó este acto de la conferencia, tradicionalmente unilateral, por una conversación integradora de los participantes, que lo llevó a determinar los recursos materiales necesarios (mesas y barra coctelera), así como distribuirlos en el espacio para favorecer otro tipo de organización pedagógica entre los involucrados. Habló de la teatralidad como un “procedimiento que devela algo que no podría ser visto en condiciones (normativizadas)”. Desde su perspectiva, la teatralidad o el teatro en el campo expandido, dijo, no apunta hacia la materialidad del teatro, que está vinculada fuertemente al campo de la Estética, sino a los códigos que asume una comunidad para preguntarse qué es lo que en la conciencia está cambiando. De ahí que la teatralidad esté vinculada a los campos del comportamiento humano, como la sociología y la política. Villarreal defendió la idea de “adelgazar la Estética del teatro” al mirarlo como un sistema de funciones sociopolíticas. Una actriz, no muy convencida al respecto, formuló en voz alta estas cuestiones: ¿Para qué alejarse de la Estética?, ¿por qué tomar distancia de los cánones del teatro si para eso nos hemos formado? A lo cual el colaborador de las editoriales Teatro sin paredes, Paso de Gato y La Tempestad, respondió: “La mirada desde la Estética es entrenada desde los valores del arte. La Estética predispone la observación y establece patrones perversos. La Estética es una zona de condicionamiento. En cambio, la zona de la teatralidad apunta hacia la práctica de otros modos de relación y sensibilidad donde el conocimiento es movilizado y replanteado.” Las inquietudes de los asistentes fueron bien recibidas por Villarreal durante una hora y media de interlocución. A la pregunta sobre cuáles son los referentes en México que ponen en práctica el concepto de la teatralidad, hecha por una estudiante del Seminario Permanente de Estudios de la Escena y el Performance del IIE, motivó que el escritor expusiera ejemplos nacionales con esa tendencia: Teatro Línea de Sombra con la obra Baños Roma, Teatro Ojo, ATLAS Electores 2012, y el actor Gerardo Trejoluna, quien lleva una práctica introspectiva sobre la identidad.