'Tangram” en la Décima Circonvención Mexicana

martes, 24 de noviembre de 2015 · 19:18
MÉXICO, DF (apro).- Cuando el malabarista le quitó a la bailarina las zapatillas de ballet, ella se convirtió en el pájaro de un nido de pelotas blancas. Luego, él tomó las zapatillas para hacer malabares, sustituyendo su tradicional conjunto de pelotas. Cristiana Casadio, intérprete de danza clásica y excampeona de gimnasia rítmica, en dupla con Stefan Sing, artista de circo con la especialidad en malabar, presentaron la puesta en escena Tangram en el Teatro de las Artes del Cenart, dentro de la Décima Circonvención Mexicana, en la que juntos resignificaban las zapatillas y las pelotas, elementos tradicionales del ballet y el malabar, encontrándoles otros usos en las imágenes escénicas. Ambos artistas han explorado en el campo del circo contemporáneo la fusión disciplinaria entre la danza clásica y el malabar. Su propuesta profundiza en un trabajo corporal de dúo en el que Sing lo mismo domina las pelotas en relación con las dimensiones de su propio cuerpo que maneja el cuerpo de Casadio, la bailarina, mientras ella atrapa las pelotas con las corvas de las piernas. Él intercambia sus objetos de manipulación y ella diversifica sus posibilidades corporales entre el ballet y el malabar. Estos artistas europeos fueron uno de los platillos fuertes de la edición diez de la Circonvención Mexicana. Sus actividades en el marco de ésta consistieron en varias presentaciones y talleres para el numeroso gremio mexicano de cirqueros. La Circonvención es organizada año con año desde 2005. En esta ocasión de celebración de una década de ediciones ininterrumpidas, Ana Paola Avilés, mejor conocida como La-Pao, quien funge como responsable general de dicho encuentro, trazó una ruta de cuatro puntos geográficos de actuación y docencia en las demarcaciones del Distrito Federal y el estado de Morelos. Las actividades comenzaron en el Teatro Helénico de la Ciudad de México, luego estuvieron en la gran carpa del Centro Vacacional Oaxtepec, después en el Teatro Ocampo de la ciudad de Cuernavaca, y culminaron en el Cenart haciendo un uso muy dinámico del Teatro de las Artes, el cual hacía mucho no se concurría de una manera tan festiva como la que habitualmente convocan los artistas de circo. La ruta evocó un recorrido del circo tradicional en el que el nomadismo era una de sus principales características. La Circonvención difunde el valor del encuentro social alrededor del cuerpo entrenado, que de generar infinito asombro en el entretenimiento del espectáculo, también divulga el cuerpo del circo como una forma de vida basada en el entrenamiento comunitario.

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