MÉXICO, DF (apro).- El jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila pidió al jefe de gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera declarar al teatro Blanquita como Patrimonio Cultural y Artístico de la ciudad. “Por la riqueza histórica que representa, sería un error histórico lamentable dejar caer o, peor aún, permitir la desaparición del Teatro que dio vida no sólo a varias generaciones de artistas populares, sino al teatro, al cine y a la música popular mexicana que tanto unía a las familias mexicanas y que tanta identidad cultural le aportó a nuestro país”, señaló Monreal a Través de sus redes sociales. Del posible cierre del teatro se dio cuenta a principios de este mes a través de un escueto comunicado de Genera música y Showtime, exoperadores del inmueble, en el que se leía: “…informan que, por así convenir a sus intereses, a partir del 31 de octubre del presente año dejaron de operar el Teatro Blanquita”. El pasado 15 de noviembre Darío León, empresario que durante más de 20 años estuvo a cargo teatro afirmó que no será derrumbado, pero sí quedará inactivo durante unos meses debido a los altibajos registrados este año. Ante esa situación, Monreal Ávila pidió al jefe de gobierno declarar al Blanquita como patrimonio cultural y rescatarlo pues es parte de un corredor artístico de gran importancia para la ciudad y el país. “No se trata únicamente de rescatar un inmueble con valor cultural intrínseco. Se trata también de revitalizar un corredor artístico y una zona de valor turístico natural desde el México del siglo XIX. La zona mencionada inicia en la Plaza de las Tres Culturas, continúa en Garibaldi, se extiende sobre la calle de Donceles y cierra en el gran zócalo de la Ciudad de México”, explicó el delegado. Historia El Teatro Blanquita, ubicado en el número 16 de Eje Central en la colonia Guerrero, inició como una carpa de lona que después en 1891 fue nombrado Teatro Circo Orrín destinado a eventos populares de finales del Porfiriato; en 1901 se convirtió en el Circo Bell que fue demolido en 1910, al inicio de la Revolución Mexicana. El predio quedó inactivo y abandonado por más de 30 años hasta que la actriz y escritora Margarita Su López (Margo Su) junto con su esposo Félix Cervantes compraron el predio para abrir en 1949 la Carpa Salón Margo, que se convirtió pocos años después en el Teatro Margo, con capacidad para mil 500 personas. Por su escenario pasaron artistas de la categoría de Antonio Espino “Clavillazo”, Dámaso Pérez Prado, Luis Arcaráz, Los Diamantes, María Victoria, Toña la Negra y Celia Cruz, entre otros. Ante el deterioro que registraba fue demolido en 1958 por órdenes del entonces regente Ernesto P. Uruchurtu y en su lugar se construyó el nuevo teatro al que se le dio su nombre actual: “Teatro Blanquita” en honor de Blanca Eva Cervantes, hija de Margo Su y Félix Cervantes. Fue reinaugurado el 27 de agosto de 1960 con la presentación de Libertad Lamarque. Se le hizo una nueva restauración en 1999 y fue reinaugurado en marzo de ese año con un homenaje a los actores de revista que actuaron en su escenario.