Arzobispo que abandonó a víctimas de pederastia, promueve reunión con el Papa

miércoles, 23 de diciembre de 2015 · 17:53
SAN LUIS POTOSÍ, SLP (apro).- La arquidiócesis de San Luis abandonó a las víctimas de pederastia del exsacerdote Eduardo Córdova Bautista, pues nunca funcionó la comisión de víctimas que anunció el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero desde mediados del 2014. Martín Faz Mora, representante legal de un grupo de 19 víctimas de abusos sexuales por parte del entonces apoderado legal de la arquidiócesis Eduardo Córdova Bautista, afirmó lo anterior en entrevista vía telefónica con Apro al hablar sobre la posibilidad de que en su próxima visita a México, en febrero de 2016, el papa Francisco se reúna con las víctimas del exsacerdote, actualmente prófugo de la justicia. El anuncio de este encuentro con el Papa fue hecho el lunes por el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero, a poco más de un mes de la visita papal a México. Según Cabrero, esta reunión la estaría organizando un seminario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, además de una reunión con obispos y arzobispos para abordar este mismo tema. El titular de la arquidiócesis de San Luis dijo que en su gira el Papa traerá un mensaje para las víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de la jerarquía católica, pero también sostendría un encuentro con obispos y arzobispos para brindarles “una línea para responder a esas víctimas”. “Estas situaciones lastiman a la Iglesia, debilitan a la Iglesia, pero nosotros debemos responder a ello”, dijo el arzobispo el lunes. En este encuentro, según planteó Cabrero, participarían las 19 víctimas de abusos sexuales de Córdova Bautista, quienes lo denunciaron públicamente a principios del 2014, con el apoyo del activista Martín Faz y el exsacerdote Alberto Athié, que han acompañado desde entonces al grupo. Ante los medios, las víctimas relataron en ese entonces cómo desde el sacerdocio y también como profesor en el Instituto Potosino y otros centros educativos privados, Córdova Bautista se acercó a jóvenes varones y, con el pretexto de una confesión, les proporcionaba pastillas relajantes o les hablaba de la masturbación y de supuestos métodos de relajación para después abusar sexualmente de ellos. Los actos de pederastia de Córdova Bautista dejaron numerosas víctimas a lo largo de 30 años, en que la jerarquía católica hizo caso omiso de las denuncias que algunos padres de familia y menores hicieron en su momento. En lugar de proceder en su contra, la arquidiócesis protegió y encubrió a sacerdote, quien se codeaba con la alta clase política y católica. A raíz de la denuncia pública y de las demandas penales que interpuso un grupo de víctimas, un juez ordenó la detención de Córdova Bautista, quien no obstante evadió la captura y aparentemente huyó del país, sin que hasta la fecha se le haya aprehendido y tampoco se registre un avance en las investigaciones de la Procuraduría estatal. Posteriormente, el Vaticano procedió a su expulsión del ministerio sacerdotal. Tras esta denuncia, el 11 de junio de ese año Jesús Cabrero Romero apareció también públicamente y pidió perdón a las víctimas “por los actos deleznables que han llenado de vergüenza a la Iglesia potosina”. Pidió a Córdova dar la cara “para evitar un daño mayor a la iglesia” y anunció la conformación de una comisión de víctimas para dar seguimiento a los casos, ofrecer apoyo a las mismas y recibir otras denuncias que pudieran surgir contra Córdova y otros sacerdotes. La comisión estaría integrada por los sacerdotes Gilberto Amaya, promotor de justicia; el canónigo Benjamín Moreno y el presbítero Héctor Colunga Rodríguez, quienes trabajarían con el Tribunal eclesiástico un proceso interno de revisión de los casos y de las acciones de Córdova, quien finalmente, por decisión del Vaticano, fue despojado de su investidura sacerdotal. En ese entonces, Jesús Cabrero no habló nunca de la omisión de sus antecesores (particularmente de Luis Morales Reyes) y de la protección que éstos le brindaron a Córdova Bautista durante años, como tampoco hizo alusión al conocimiento que tuvo de parte de los padres de algunas víctimas desde que fue nombrado arzobispo de San Luis, dos años atrás de esa fecha. Sorpresa y decepción En la entrevista con Apro, Martín Faz Mora se dijo sorprendido por el anuncio hecho por Cabrero Romero con motivo de la visita del papa Francisco. “Me sorprende que el arzobispo haga una declaración de esta naturaleza, cuando los presuntos mecanismos que se iban a tomar localmente para tratar el tema nunca funcionaron”, comentó. Así, explicó que la referida comisión de víctimas sólo se quedó con el nombre, porque nunca se puso en contacto con una sola de las 19 víctimas del grupo que representa, ni con él, ni con alguno de los familiares que los acompañaron a exponer los abusos de Córdova. Poco después de que el arzobispo dio a conocer la creación de la comisión, Faz Mora habló por teléfono con el presbítero Héctor Colunga para preguntarle cómo se procedería, “porque las víctimas y sus familias me designaron como su representante también para establecer esta comunicación”. “Quedó de devolverme la llamada y nunca lo hizo. Después de eso, no hubo un acercamiento, ninguno hasta el día de hoy”, acusó Martín Faz. Lamentó que, tras ser San Luis Potosí “un epicentro del escándalo” por el largo historial de abusos del padre Córdova que salieron a la luz y la protección que se le brindó por años, la arquidiócesis haya incumplido con el compromiso que estableció con el grupo de víctimas, a quienes según se ofreció se les brindaría ayuda psicológica y legal. “Por lo menos si el arzobispo dijera que las víctimas que quieran asistir a ese encuentro con el papa Francisco acudan a la arquidiócesis o se acerquen, pero ni siquiera eso dijo… como que se deslindó”.

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