CHILPANCINGO, Gro. (apro).- La imparable ola de violencia que azota la entidad dejó al menos 22 ejecutados en dos días. Reportes oficiales refieren que el domingo 27 se registraron 15 homicidios dolosos, mientras que ayer sumaron siete ejecuciones en diferentes hechos que exhiben la incapacidad gubernamental frente al repunte de la violencia. En Acapulco, ayer se reportaron dos jóvenes victimados a tiros en un taller mecánico de la colonia la Máquina. En el municipio de Zitlala, dos personas fueron encontradas asesinadas al interior de una precaria vivienda en la comunidad de Mazaltepec. Una de las víctimas fue quemada y la otra es un hombre que aún no ha sido identificado. En la ciudad de Iguala, fue ejecutado un joven identificado como Raymundo Salvador Bernal al interior de un establecimiento comercial de telefonía celular propiedad del dirigente transportista, Victórico Martínez López, quien ha sido señalado en narcomantas como miembro del grupo delictivo Guerreros Unidos. Mientras que el municipio costero de Coyuca de Benítez, se reportó el hallazgo de dos jóvenes asesinados a tiros que estaban tirados bajo un puente vehicular. Las zonas de mayor incidencia delictiva siguen enfocadas en la franja conurbada del puerto de Acapulco, así como la región Norte, Centro y la Tierra Caliente donde paradójicamente las bandas criminales operan a pesar de la presencia policiaco-militar. Y los constantes anuncios de operativos de seguridad federal y estatal se han enfocado en las zonas turísticas del estado dejando a su suerte al resto de la población que vive en permanente inseguridad. Al respecto, el gobernador priista Héctor Astudillo hizo un llamado a los guerrerenses para que no se acostumbren a “leer que hay muertos por la violencia, eso no es correcto”, expresó durante un acto público. Luego, demandó “parar la deshumanización que existe” y volvió a insistir que en la entidad “se trabaja con normalidad”. Insistió en que se reforzará la seguridad en las zonas de mayor incidencia delictiva.