En Palacio Nacional, día de felicitaciones, aplausos y autoafirmación…

viernes, 8 de enero de 2016 · 21:44
MÉXICO, DF (apro).- Tras la captura esta mañana de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el primero en comunicarlo fue el presidente Enrique Peña Nieto, a través de Twitter: “Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”, escribió con redacción inusual en él y sus mensajes, a las 12:19 de este viernes 8. Es día de entusiasmo, felicitaciones, aplausos prolongados y autoafirmación: “Como lo comprometí, la detención de Joaquín Guzmán Loera habría de suceder”, dirá el presidente que, asegura, ordenó la recaptura a los marinos que participaron en el operativo. Pero también es un día de contradicciones. Todo inició con un comunicado de la Secretaría de Marina que anunciaba un enfrentamiento con cinco sicarios abatidos y un elemento herido. Luego vino el tuit del mandatario que, sin embargo, como todo su gobierno, mantuvo la información oficial escueta, mientras filtraciones y algunas fotografías mostraban a Guzmán vistiendo una sucia camiseta sin mangas. El comunicado emitido temprano por la Marina informaba que una denuncia ciudadana había reportado la presencia de hombres armados en un sector de Los Mochis, Sinaloa, por lo que sus elementos se dirigieron al lugar y fueron repelidos a tiros. Es decir, una causalidad. Pero ya cuando el presidente Peña Nieto dio su mensaje a medios, presumió: “Su localización, seguimiento y recaptura son resultado del trabajo conjunto de las corporaciones de inteligencia, seguridad y procuración de justicia del Estado mexicano. “Se trata de un logro en favor del Estado de Derecho, un logro resultado de la coordinación de nuestras Fuerzas Armadas, del Ejército Mexicano y la Armada de México, de la Policía Federal, de la Procuraduría General de la República y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional. “Esta acción contra la impunidad es resultado del trabajo permanente de valiosos elementos de nuestras instituciones que durante días y noches se abocaron a cumplir la misión que les ordené: Recapturar a este criminal y presentarlo ante la justicia”. Luego añadió: “Esta detención, como lo comprometí, habría de suceder. Durante meses se realizó un intenso y cuidadoso trabajo de inteligencia e investigación criminal que permitió identificar, detener y desarticular la red de influencia y protección de este delincuente”. Peña Nieto continuó diciendo que su gobierno seguirá enfrentando con sistemas de inteligencia, coordinación, firmeza y eficacia al crimen organizado, y calificó la detención de hoy como “sumamente importante” para las instituciones de seguridad. No se volvió a mencionar algo sobre lo que originalmente se informó, como una presunta denuncia ciudadana. [gallery type="rectangular" ids="425680,425681,425682,425637,425638"] Un día muy especial Ante los diplomáticos mexicanos, la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, anuncia que no leerá el mensaje que tenía preparado, porque es “un día muy especial”. “Permítanme transmitirle el orgullo de todos, de formar parte de su gobierno”, dijo la canciller arrancando el aplauso de la concurrencia, dispuesta a degustar una comilona en el salón Tesorería de Palacio Nacional. Luego, cuando Peña Nieto ingresó al recinto, flanqueado por sus colaboradores, los asistentes rompieron en un prolongado aplauso, gritando vivas y bravos. Nada es perfecto. Luego de la comida, la maestra de ceremonias anunció que el mandatario se retiraba, con la fórmula de siempre: “Se despide de ustedes el ciudadano presidente de la República”. Pero Peña Nieto, con media sonrisa, se aproximó al pódium y el traspié se corrigió. No sólo daría un mensaje, sino que anticipaba sería muy largo. Ahí volvió a mencionar la detención de Guzmán Loera, recordó qué ocurrió cuando él estaba de visita de Estado en Francia y agradeció a Ruiz Massieu por “su emotivo mensaje”, para luego explayarse en la aprobación de las reformas estructurales, los avances de su gobierno en los llamados “cinco ejes” que delineó al inicio de su administración y llamar a los diplomáticos a difundir “una imagen sólida del país”. Por segundo día consecutivo, Peña Nieto presumió que el país registraba la inflación más baja de la historia y se refirió a los “desafíos” de la economía global, pero aseguró, como otras veces, que su gobierno actuará con corresponsabilidad. Ahí, sostuvo que la imagen de México había mejorado en el mundo. Instituciones recuperaron confianza ciudadana: Peña La fuga de Joaquín Guzmán Loera de la cárcel de máxima seguridad del Altiplano mermó la popularidad de Peña Nieto, llevándolo a caer al nivel más bajo de los últimos sexenios, descendiendo de 39 a 34%, de acuerdo con una encuesta realizada por Reforma en julio. Por esos días, Consulta Mitofsky midió un ranking global, donde Peña Nieto se ubicaba en el lugar 12 de 21 presidentes evaluados, es decir, una pésima posición en el ranking internacional. Poco después, en agosto, Buendía y Laredo coincidieron con Reforma al estimar en 35% el nivel de aprobación. Las críticas a su gobierno, iniciadas dentro y fuera del país desde la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa en septiembre de 2014, se agudizaron con las revelaciones por conflicto de interés relacionadas con las casas obtenidas por su familia y sus allegados al contratista gubernamental Juan Armando Hinojosa Cantú, quien además las financió personalmente. Después vino la fuga de "El Chapo" Guzmán, el 11 de julio pasado, mientras Peña realizaba una ostentosa gira por Francia, con una comitiva de 500 invitados. El momento fue mencionado durante su discurso ante el cuerpo diplomático, convocado a su comida anual con el mandatario, luego de que embajadores y cónsules mexicanos lo recibieran con un prolongado aplauso, gritando vivas y bravos a su paso. Los diarios internacionales se tornaron especialmente críticos, luego de que en los primeros dos años de mandato habían sido complacientes. The Economist, Wall Street Journal y The New York Times, entre otros influyentes diarios internacionales, cuestionaron su gestión, entre diferentes aspectos, por la fuga de "El Chapo" y, apenas esta semana, este último diario, consideró que el problema eran la corrupción y la impunidad. La detención de Guzmán Loera llega en el momento en que las críticas internacionales arreciaron y también de movimientos políticos ante la celebración de comicios locales y discusión de diferentes medidas legislativas en puerta. El 22 de agosto pasado, cuando ofreció una disculpa --aunque dijo no haber violado la ley-- por los señalamientos de conflicto de interés, Peña Nieto había exhortado: “Independientemente de nuestro origen partidista, nuestras creencias e incluso nuestros desacuerdos, construyamos a partir de un objetivo común: el de recuperar la confianza de México y la confianza en México” y, luego, la “confianza en nosotros mismos”. Las resonancias de ese llamado surgieron hoy, cuando al informar sobre la detención planteó: “Hoy, nuestras instituciones han demostrado una vez más que los ciudadanos pueden confiar en ellas, que nuestras instituciones están a la altura, que tienen la fortaleza y determinación para cumplir cualquier misión que les sea encomendada”, sentenció.

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