WASHINGTON (apro).– Emilio Álvarez Icaza Longoria, Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA), anunció que no buscará su reelección al puesto en agosto próximo. En una “carta abierta” explica dos razones por las decidió no buscar su reelección: la primera “retomar mis actividades directamente en México” y la segunda “obedece al entorno familiar y pacto conyugal”. La misiva de Álvarez Icaza, firmada este viernes 15 de enero, dice: “Si bien la normatividad aplicable establece la posibilidad de una reelección para quien ocupa este cargo, he decidido no postularme a la reelección y terminar mi encargo en la fecha prevista”. El próximo 16 de agosto concluye su mandato de cuatro años al frente de la Secretaria Ejecutiva de la CIDH. El todavía Secretario Ejecutivo reconoce que fue un honor para él haber gozado de la confianza de la institución, sobre todo por la sensibilidad y compromiso de todos los que trabajan en ella para velar por las garantías de los derechos humanos en el hemisferio. “Decido comunicar esto para que la CIDH tenga las mejores condiciones para llevar a cabo un proceso de selección de un(a) nuevo(a) titular de la Secretaría Ejecutiva con la debida anticipación.”, se lee en la carta. Respecto de los dos motivos por los que decidió no buscar la reelección, en particular la de retomar sus actividades en México, refiere: “Mi país me duele profundamente. Quiero dedicar mis esfuerzos y capacidades a trabajar directa y cercanamente para transformar la crisis de derechos humanos que ahí se vive. Si bien la CIDH me brinda una oportunidad privilegiada de trabajar también por la gente de México, la grave situación que se vive me exige una prioridad en mi tiempo y agenda”. Sin embargo, el Secretario Ejecutivo de la CIDH reconoce que no tiene certeza de lo que hará una vez que regrese a México. Sobre sus motivos familiares y conyugales para no buscar la reelección, detalla: “Raquel, mi esposa, tiene varios proyectos a desarrollar y en Estados Unidos ha visto disminuido o frenado su crecimiento profesional por estos cuatro años. Otros cuatro años resultan cuesta arriba en estas condiciones. “Adicionalmente, consideramos prioridad atender a nuestras hijas, hijo y familias en los mejores términos posibles. Somos de la opinión de que eso se puede hacer más adecuadamente allá. La estancia permanente en Estados Unidos no está en nuestro plan de vida”, subraya en su carta.