CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El arranque del 2016 ha sido complicado para los pequeños establecimientos en la capital del país: De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), durante las primeras semanas del año existieron comercios establecidos que vendieron menos de 100 pesos diarios como jarcerías, plomerías, estéticas, cerrajerías, tintorerías, refaccionarias y dulcerías. Si bien es cierto que las cifras presumidas por el gobierno federal muestran un repunte en el consumo a escala nacional, en un contexto económico golpeado por el desplome de los precios del petróleo y la depreciación del peso, los beneficiados son las grandes tiendas departamentales y de autoservicios. De hecho, la Canacope advirtió que “si la dinámica del consumo se sigue manteniendo así, gastando de forma limitada y concentrándose en las tiendas de autoservicio, seguirá dificultando el desarrollo del mercado interno”. El organismo presidido por Gerardo Becerra hizo un corte de caja en el que observó que la dinámica mercantil ya tenía disminución desde el 2014, debido al poco flujo de capital, ventas bajas y, en consecuencia, limitada inversión para los negocios y los empleos que el sector puede generar. A esta situación, añadió el líder empresarial, se han sumado dos factores desalentadores: la devaluación del peso ante el dólar y la caída del precio del barril de petróleo, “fenómenos que han roto con sus respectivas barreras negativas históricas”. Por si fuera poco, la Canacope advirtió que se espera que los efectos de las heladas que cayeron en diversas regiones productoras en Puebla, Estado de México o Hidalgo a finales de enero, impacte negativamente los precios de algunos productos, para la primera semanas de febrero; ello enrarecerá el panorama de la economía familiar. Sin embargo, hizo un llamado al sector de la micro, pequeña y mediana empresa, así como a todos los actores económicos, productores, grandes comercializadores, sector financiero y autoridades políticas, a mantener la estabilidad de precios y no generar especulación que deteriore la confianza en el mercado.