LOS MOCHIS, Sin. (apro).- La tragedia por la desaparición de personas y víctimas de la guerra protagonizada por grupos delincuenciales que se disputan el mercado de las drogas en Sinaloa, fue abordado de forma literaria por el escritor Abel Sarmiento Carabeo. En esta ciudad donde fue detenido Joaquín El Chapo Guzmán, el pasado 8 de enero, Sarmiento Carabeo recabó testimonios de las madres de desaparecidos del norte de Sinaloa conocidas como “Las rastreadoras”, encabezadas por Mirna Neryda Medina Quiñones, madre de Roberto Corrales, desaparecido en 2014. Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Sarmiento Carabeo es autor del libro Detrás del reflejo, donde plasma una serie de historias que se desarrollan en esta localidad y entre las cuales destaca, precisamente, la de “Las Buscadoras”. Esa historia, según Carabeo, es “la más representativa de la crisis que está ocurriendo en el norte del estado y en el país, donde no se trata nada más de 43 buscadoras: las madres de los estudiantes de Guerrero”. En entrevista con Apro, el escritor explica que la intención de abordar la tragedia es “poner sobre la mesa este tema que ya está, que es algo que se está viviendo. Todos tenemos un vecino, un primo o un conocido que fue levantado aquí en Los Mochis. Es una realidad que se ha agudizado en los últimos cinco años por la guerra entre cárteles del narcotráfico”. Candidato independiente a una diputación local, Sarmiento Carabeo reconoce que el miedo ha llevado a la sociedad mochitense a mantener en silencio esta tragedia, de ahí la relevancia de “Las Buscadoras”, que han roto con el pacto de silencio que impone el terror, para desenterrar cadáveres sembrados en campos agrícolas y baldíos de la periferia de la ciudad, distinguida por su prosperidad económica. “Actualmente son 150 madres que están buscando a sus hijos, y por desgracia no son las únicas, seguramente en un rato más van a ser 200, pero no representan el total de los ausentes, por eso la importancia de alzar la voz para que no veamos como algo normal lo que está pasando”, subraya. En su edición 2042 la revista Proceso abordó la historia de “Las Rastreadoras” de cadáveres, mujeres que desde septiembre de 2014 han decidido tomar picos y palas en busca de sus seres queridos, ante la indolencia de las autoridades estatales y federales. Hasta ahora han rescatado 28 cuerpos, de los cuales sólo seis han sido identificados y entregados a sus familiares. Sarmiento Carabeo recuerda que antes de iniciada la guerra por el territorio entre los cárteles de El Chapo y de los Beltrán Leyva, “los sicarios llegaban y mataban, algo así como en la película El Infierno (Luis Estrada, 2010), pero ahora están borrando toda evidencia del crimen, levantan a las personas y no se vuelve a saber de ellas”. Como en otras sociedades donde se ha presentado esta tragedia, “los mochitenses se han convertido en jueces, y ante una desaparición suele decirse que seguramente la víctima andaba en malos pasos. Esta situación se ve como algo natural, y no es normal que a diario se lleven o maten a cinco o seis personas”. Por desgracia, admite el escritor, buena parte del sistema económico, social y político de Sinaloa está sustentado en la “narcoproducción, la narcodistribución, la narcocultura y el lavado de dinero, lo que ha generado que la población tienda a ver como algo natural la violencia, cuando en verdad es resultado de la desatención de las autoridades estatales y federales”. Con la presentación de Detrás del reflejo, Sarmiento Carabeo dio inicio a su campaña electoral por una diputación local en los comicios del próximo 5 de junio, fecha en que se renovará la gubernatura, 18 alcaldías y 40 diputaciones. “Los políticos tradicionales en el norte de Sinaloa muestran una indiferencia total por estos temas, dejan de lado que en municipios como Choix, donde buena parte de la población se dedica a la producción de mariguana, 80% de sus habitantes viven en condiciones precarias. Y en El Fuerte hay un gobierno municipal atroz, lleno de corrupción. “En Ahome, si bien tiene en su territorio a Los Mochis, una ciudad con mucho desarrollo y auge, los grupos de poder no cumplen con sus compromisos sociales, y eso es lo se requiere cambiar: primero reconociendo la realidad”, apunta el escritor y político independiente. El libro aborda literariamente el maltrato hacia una persona esquizofrénica que está encadenada y desnuda y que vive en la comunidad de Mochicahui, municipio de El Fuerte, muy cerca de Los Mochis. Aborda también la discriminación de los pueblos indígenas en Sinaloa, y una historia relacionada con vestigios de la Guerra Cristera en esta ciudad.