CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Papa Francisco adelantó que el tema de los derechos humanos está entre los temas que tocará durante su gira por México que inicia este viernes por la noche. Durante un breve encuentro con los reporteros que lo acompañan en el avión papal respondió a la pregunta de si los casos de violaciones de derechos humanos en México estaría incluido en sus mensajes. "Lo haré e intentaré ser claro, hablar claro". Y sobre la posibilidad de que tenga un encuentro privado con los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, dijo no saber aún si se realizará. El Papa inició en un ambiente festivo su viaje de cinco días a México, con una escala previa en la Habana, para reunirse con Cirilo I, el máximo líder de la Iglesia ortodoxa rusa. Un desayuno con la comitiva de 75 periodistas y demás pasajeros que lo acompañan en su traslado de la base aérea Leonardo Da Vinci de Fiumicino a La Habana, sirvió de antesala para el despegue que se retrasó 40 minutos por exceso de tráfico aéreo. La agencia Notimex, cuyo corresponsal en el Vaticano Andrés Beltramo Álvarez, viaja en el avión papal, relató que Jorge Bergoglio convivió “animadamente” durante más de 45 minutos con los periodistas que lo acompañan, se tomó selfies y recibió regalos. Antes de saludar uno por uno a los periodistas, el Papa recibió un sombrero de Charro mexicano con una imagen de la Virgen de Guadalupe que se lo colocó como lo hicieron en su oportunidad Juan Pablo II y Benedicto XVI. El Papa Francisco dijo que su deseo más íntimo en su visita a México es detenerse a contemplar la imagen de la Virgen de Guadalupe, cuyo templo visitará este sábado, y se refirió a ella como un “misterio” que ningún científico ha podido descifrar. “Mi deseo más grande es detenerme ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, este es un misterio que se estudia y se estudia pero no existen explicaciones humanas, incluso el estudio más científico dice que esto es una cosa de Dios”, dijo en italiano. Y abundó: “Esto es lo que hace decir a los mexicanos yo soy ateo pero guadalupano. ¡Algunos mexicanos, no todos son ateos!”, aclaró de inmediato entre risas. El Papa Francisco agradeció al organizador de los viajes papales, Alberto Gasbarri, sus 47 años de servicio en el Vaticano y sus 37 en ese puesto. “Entró cuando tenía tres o cuatro años”, dijo entre risas, y luego pidió que lo felicitaran porque es su último viaje antes de despedirse. Pidió “una festichola” para su colaborador y luego presentó a quien lo sucederá, el clérigo colombiano Mauricio Rueda Beltz. También agradeció su trabajo a los periodistas porque el que comenzó hoy, les dijo, es “un viaje cansador y muy intenso”, pero “muy deseado” por su “hermano” Cirilo I, por él y también por los mexicanos. Así hizo referencia a su encuentro este viernes en La Habana con el líder máximo de la Iglesia ortodoxa rusa, con el cual jamás un Papa se había abrazado. El pontífice recibió regalos en el avión papal de todo tipo: unos zapatos tenis para “caminar México”, dos bolsas de café colombiano que pidió a sus colaboradores “que no se pierda por ahí”, libros, revistas, una canasta de dulces y dos rosas blancas. El corresponsal de Notimex, le entregó algunas cartas de niños de Puebla y un mantel para tomar la bebida típica argentina, el mate. También recibió unas películas del cómico Cantinflas que, dijo, lo hizo entrar “como en un túnel del tiempo”. “Así entré en México por la puerta de Cantinflas que hace reír mucho”, dijo bromeando. El portavoz papal Federico Lombardi calificó el viaje iniciado este viernes como de “grandes emociones y momentos históricos”.