CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El Papa Francisco recibió las llaves de la Ciudad de México y el pergamino de Huésped Distinguido de manos del jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera. Luego de una ceremonia en Palacio Nacional con el presidente Enrique Peña Nieto, el jerarca católico recorrió la plancha del Zócalo , saludando a la gente que se dio cita y que fue menos de la que se esperaba. Frente a la puerta principal de la Catedral Metropolitana, el Papa, por su parte, dio al jefe de gobierno una medalla conmemorativa del Estado Vaticano. La ceremonia, en la que Francisco y Mancera cruzaron algunas palabras de agradecimiento, duró apenas unos minutos. [caption id="attachment_429977" align="alignnone" width="702"] Seguidores del Papa Francisco en el Zócalo capitalino. Foto: Miguel Dimayuga[/caption] Aunque se tenía previsto que el sumo pontífice firmara el libro de los huéspedes distinguidos de la Ciudad de México, de último momento, personal de logística retiró la mesa del templete que se instaló para el evento. Las Llaves son de plata pura, cada una mide 93 milímetros de largo, 32 de alto y 6 de ancho, y pesa 280 gramos, y fueron fabricadas por la empresa Acuñación Artística Emblemática. Una tiene grabado a un costado el escudo de la Ciudad de México y la otra el nombre de Francisco. El pergamino es una hoja de papel artesanal de 34 centímetros de altura por 21.5 centímetros de ancho y pesa 25 gramos, y también tiene el escudo de la Ciudad de México. El jerarca católico se reúne con obispos y sacerdotes en la Catedral. [caption id="attachment_429976" align="alignnone" width="702"] El Papa Francisco en la Plaza de la Constitución. Foto: Miguel Dimayuga[/caption]