Visita papal a Ecatepec: acarreo, policías inconformes y realidad maquillada

domingo, 14 de febrero de 2016 · 15:22
ECATEPEC, Edomex. (proceso.com.mx).- Una fría noche de espera -menos un grado centígrado con sensación térmica de hasta menos 4- y hasta dos kilómetros de caminata se tradujeron esta mañana para dos millones de mexicanos en un momento para la paz y el olvido. Apostados sobre avenida Central en espera de tres segundos de paso del Papamóvil, o de hora y media de homilía, con cantos y porras los convidados -menos de los esperados- llenaron su espíritu. [gallery ids="430063,430064"] El remanso fue para algunos más efímero, como para Carlos “N”, uno de los 20 mil policías desplegados para resguardar la visita del Papa Francisco. Él es uno de los 10 mil elementos estatales acuartelados desde el pasado jueves. Durmió en la calle, al interior de alguno de los vehículos oficiales. Otros compañeros lo hicieron en casas de campaña y unos más hacinados fuera de algunas casas y edificios atajados del rocío por el techo. Sus días francos -de descanso- les fueron suspendidos hasta el lunes. Están molestos y lo han manifestado en redes sociales. Apenas han recibido para sus tres comidas raciones secas que constan de una baguette con jamón y queso, un jugo y una manzana. No les pagarán horas ni días extras, ganarán lo que hasta ahora, unos 4 mil 250 pesos a la quincena. Este año no han recibido uniforme nuevo, como los anteriores, pero les pidieron en esta fecha usar el que se encuentra en mejores condiciones. La noche del sábado el gobernador Eruviel Ávila alertó sobre la baja de temperatura, por lo que recomendó a los asistentes abrigarse. Entonces, ya era tarde para que los uniformados se previnieran, pues debieron pasar la noche en los sitios asignados para resguardar los 8.8 kilómetros de recorrido del Papamóvil, supervisados por vuelos aéreos. De último momento algunos idearon comprar paquetes de grandes bolsas negras para cubrirse con ellas; los menos consiguieron alguna cobija. Los 24 mil voluntarios de las vallas tuvieron mejor suerte; algunos reclutados por los templos, otros más servidores públicos del Estado de México y del ayuntamiento de Ecatepec, todos de filiación priista. Comenzaron a arribar al municipio desde la noche del viernes, pernoctaron en colchonetas de Protección Civil dispuestas en el Hospital de Las Américas que se encuentra en remodelación. Todos los funcionarios estatales promocionaron el despliegue, como si las necesidades de los mexiquenses se concentraran sólo en esa demarcación. Esperanzas  A la visita no acudieron familiares de jóvenes desaparecidas o víctimas de feminicidios en este municipio, líder nacional en esta materia, pues también la Iglesia dejó de ser opción de consuelo y castigo a los responsables. David Mancera, presidente de la organización civil Solidaridad con las Familias -que ha apoyado a las víctimas en la recuperación de jóvenes extraviadas y en la búsqueda de justicia por feminicidios-, advirtió que la visita del Papa es una cortina de humo que en nada beneficia a Ecatepec, al Estado de México ni al país. “Se promovió el acarreo como si fuera un mitin político, trayendo gente de otros municipios en camiones semivacíos”, señaló. Para el activista, los únicos milagros de Francisco en el municipio, del que también es originario el gobernador Eruviel Ávila, son la seguridad garantizada en los últimos días, la pinta de banquetas, el desazolve de algunos drenajes, la limpieza étnica de migrantes, y la matazón de más de 2 mil perros callejeros sacrificados en los antirrábicos. “Por otro lado, dejaron sin empleo varios días a comercios, albañiles, chatarreros”, dijo tras advertir que después de este domingo la realidad será la misma. La visita del Papa a la demarcación para Mancera Figueroa es muestra de que la “autoridad perversa utiliza todos los medios para tener sometida a la sociedad”. El impresionante operativo de seguridad desplegado, consideró, deja de manifiesto que sí existe el recurso y la capacidad para atender la alerta por violencia de género en la demarcación, pero falta voluntad. “Se han movilizado para traer al Papa, pero no para atender los feminicidios”, que junto con el crimen, el homicidio y el robo es pan de todos los días en colonias como la Hank González, Luis Donaldo Colosio, Tierra Blanca y Xalostoc. A sólo 20 minutos del predio Ballisco al que arribó Francisco para la misa de esta mañana, 60 internos del penal de Chiconautla en huelga de hambre se quedaron a la espera del jerarca, al que días antes remitieron carta de invitación para que constatara su reclusión injusta, derivada de acciones políticas o de las deficiencias del sistema adversaria, oral y acusatorio. La inconformidad es liderada por José Humbertus Perez Espinoza, presidente del Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna AC, considerado preso de conciencia desde el pasado 4 de noviembre, tras ganar varios juicios a empresas desarrolladoras por fraudes inmobiliarios y denunciar corrupción de las autoridades. El activista también denuncia amenazas y persecución a su esposa, su hijo y otros dirigentes del Frente, y responsabiliza de lo que les ocurra al gobernador mexiquense; al secretario general de Gobierno, José Manzur; al procurador Alfredo Gomez; al presidente de Tribunal Superior de Justicia de la entidad, Sergio Medina Peñaloza; y al alcalde de Tecamac, Aaron Urbina, quienes a su decir protegen a las grandes constructoras. Entre los puntos del pliego petitorio de los reclusos se enlista la renuncia de los fiscales regionales de la PGJEM por fabricar carpetas de investigación a inocentes que cumplen condenas desproporcionadas. Además demandan el cese a las persecusiones políticas, la revisión de casos, el análisis del sistema de justicia, que no se fabriquen más carpetas de investigación mientras se desahogan los procesos, el respeto a la libre expresión y manifestación, y que no se sancione a los presos en huelga de hambre. Tras la visita del jefe del Estado Vaticano, regresaron a Ecatepec las calles polvorientas, el desabasto de agua potable, la pobreza... Y una vez que la extrema seguridad se diluya, los habitantes reconocen que regresará la habitual delincuencia, aunque esperan que la breve estancia de Francisco mueva corazones y conciencias.

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