Catequista pide al Papa Francisco justicia por su hijo preso en Tijuana

martes, 16 de febrero de 2016 · 16:08
TIJUANA, BC (apro).- La catequista en la Arquidiócesis de Tijuana, Lucía Durán, viajó a la Ciudad de México con la esperanza de ser escuchada por el Papa Francisco para denunciar la injusticia que, afirma, cometieron sacerdotes contra su hijo Carlos Adrián Zavala. “Justicia. Santo Padre: mi hijo en la cárcel injustamente por sacerdote pederasta. Tijuana”, es el mensaje que trata que mire el Papa, a quien desea entregarle una carta donde le explica la situación clerical que prevalece en Tijuana y este caso judicial en particular. Su hijo se encuentra preso en la penitenciaría de La Mesa acusado de ser el autor intelectual del secuestro del sacerdote Juan Carlos Ackerman, registrado el 16 de octubre de 2013. En un operativo policiaco fueron detenidos cinco hombres, entre ellos un exmilitar estadunidense, quienes exigían 30 mil dólares por la liberación del presbítero. Originaria de Michoacán, Durán tiene 27 años de dar catecismo en esta ciudad fronteriza donde tuvo a su hijo Adrián, quien ahora tiene 23 años. Durante su infancia y adolescencia, Adrián fue acólito y después secretario de sacerdote. Inculpado por el también sacerdote Enrique Tenorio, Lucía señala que su hijo fue detenido el 22 de enero de 2014 pero hasta la fecha no se ha realizado ningún careo con el padre. “Le pido al Papa Francisco que gestione la libertad de mi hijo, que se investigue al sacerdote y no sólo sean palabras, sino que se presenten pruebas”, señala Lucía, quien estuvo en la Calzada de Guadalupe, a la altura de la calle Moctezuma, donde desplegó la manta que elaboró en la Ciudad de México durante el paso de Francisco a la Villa de Guadalupe y después se apostó en la Nunciatura. Tenorio, párroco de la iglesia de San Martín Caballero, es uno de los cinco sacerdotes de la Arquidiócesis de Tijuana que fueron suspendidos del ministerio sacerdotal por presuntos abusos sexuales contra menores de edad a partir de una investigación ordenada por El Vaticano. La investigación la lleva a cabo el arzobispo de Hermosillo, José Ulises Macías Salcedo, presidente de la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso y Comunión pero no han trascendido sus conclusiones sobre los presuntos actos de pederastia de los sacerdotes Tenorio, Jeffrey David Newell, Aurelio Castillo Aguilar, Carlos Castillo y Danilo Pietro Zanini. Familiares de las víctimas acudieron a la Nunciatura Apostólica en México y con el entonces rector del Seminario de Tijuana, Eduardo Ortiz Alonso, quien envió al Vaticano, en 2012, el listado de los sacerdotes señalados de pederastia en iglesias a cargo del arzobispo Rafael Romo, quien cumplió 75 años en noviembre de 2015 y debe presentar su renuncia de acuerdo con el Código de Derecho Canónico. El arzobispo Romo designó vicario judicial a Héctor Emilio Nava, quien según el Dossier Tijuana Santa&Pecadora, se significó por “encubrir y desvirtuar la información recabada que se envió a Roma para ocultar detalles, para proteger y solapar a los curas acosadores y violadores”. –Lucía ¿la ha buscado el vicario Nava?, se le pregunta vía telefónica. –Nava, sí, pero no me he reunido con él ¿para qué? No va a ayudar en nada, al contrario (pues) forma parte de ellos”, acusa la mujer.

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