'Deadpool”, superhéroe por el que nadie daba un peso

jueves, 25 de febrero de 2016 · 11:09
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dirigida por Tim Miller, Deadpool (EU, 2015) es una extraña cinta de superhéroes de humor lascivo que se mezcla con la comedia romántica para dar un resultado sumamente grato no sólo para la taquilla, sino también al público que no para de reír durante toda la historia. La película —basada en el personaje homónimo de Marvel Comics— gira en torno a Wade (Ryan Reynolds), un exsoldado que se gana la vida como mercenario. Un buen día conoce a una linda y ruda chica llamada Vanessa (Morena Baccarin) que resulta ser su otra mitad: “Somos como un par de piezas de rompecabezas con orillas redondas”, dice Wade, a lo que ella responde: “Pero si las juntas, ves la imagen completa”. Todo es miel sobre hojuelas, hasta que un buen día Wade descubre que tiene cáncer en etapa terminal. Ella está dispuesta a luchar al lado del hombre que ama; pero Wade no ve que exista un futuro. El destino vuelve a sorprender a Wade cuando un sujeto le ofrece la cura para sus males. Nuestro protagonista decide aceptarlo, lo que no sabe es que hay intereses ocultos que si bien le darán súper poderes y lo convertirán en un mutante, también estropearán su vida. Lo interesante de Deadpool es que estamos viendo a un héroe que no se siente como tal. Y no sólo eso: es un tipo lascivo, malhablado, engreído y fanfarrón, con alma de asesino. Es decir: se halla lejos de las virtudes de los héroes clásicos. Deadpool no se toma en serio, tampoco la película en la que aparece: nuestro personaje realiza referencias y confesiones constantes al espectador (rompiendo la cuarta pared), como por ejemplo, hablar sobre la falta de presupuesto de la cinta, lo cual hizo que los productores sólo pudieran pagar para tener a dos miembros del equipo de los Hombres X: Colossus (Stefan Kapicic) y Negasonic Teenage Warhead (Brianna Hildebrand). Al ingenio del personaje se le añade la parte del romance con la encantadora Vanessa, ese amor que todos quisiéramos tener, y buenas dosis de acción en donde Deadpool propina tremendas golpizas a sus adversarios, matándolos en la mayoría de los casos. La cinta costó cerca de 60 millones de dólares y en sólo cuatro días generó en Estados Unidos 150 millones. Es decir, todo un éxito cuando ni los estudios pensaban que podría llegar lejos. Si usted gusta del humor que se propone en el film, la disfrutará de manera descomunal.

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