Caso Nóos: Niega la infanta Cristina haber servido de 'escudo” ante Hacienda

jueves, 3 de marzo de 2016 · 14:15
MADRID (apro).- Durante el interrogatorio en el juicio por el caso Nóos, la infanta Cristina de Borbón negó que la sociedad Aizoon –a través de la cual su esposo Iñaki Urdangarín cometió presuntos delitos fiscales– se hubiera beneficiado fiscalmente gracias a su participación como socia o que ella sirviera como “escudo ante Hacienda”. “Ni lo uno, ni lo otro. De ninguna manera, si me lo hubiesen propuesto no lo hubiese aceptado nunca. En mi situación hubiese sido sometida a un mayor nivel de transparencia y más control administrativo, porque todo lo que hacíamos estaba controlado”, dijo al responder a las preguntas de su abogado Pau Molins. La hermana del rey Felipe VI aseguró que no tiene ni ha tenido cuentas en paraísos fiscales, ni tampoco las tiene su esposo. “No tengo cuentas en paraísos fiscales. Ahora sí tengo una cuenta en Suiza”, donde –dijo– ahora reside. Luego añadió: “Nunca he tenido cuentas en paraísos fiscales y mi marido tampoco ha tenido nunca”. Es un hecho inédito en España que un miembro de la familia real se siente en el banquillo de los acusados. A la hermana del monarca se le acusa por dos delitos fiscales en calidad de cooperadora necesaria atribuidos a su marido, Iñaki Urdangarín, y por su condición de socia al 50% de la sociedad Aizoon. Aunque se acogió a su derecho a no contestar preguntas de las acusaciones populares, sí tuvo que escuchar una batería de preguntas del sindicato Manos Limpias, la parte acusadora que pide para ella ocho años de cárcel. Cristina aseguró que su marido Iñaki Urdangarín era quien administraba Aizoon, la sociedad que compartían al 50%, y que siempre tomaba las decisiones asesorado. “Mi marido era administrador, tomaba las decisiones siempre asesorado por el asesor fiscal”, advirtió. Al responder únicamente las preguntas de su defensa, la infanta negó tener conocimientos fiscales o de contabilidad, y añadió que su función en la CaixaBank –institución en la que pidió una exención–, como directora del área internacional, no guarda relación con las funciones del banco. Habló de cómo se dividen ella y su esposo, Iñaki Urdangarín, las funciones familiares, siendo él quien se encargaba de las gestiones económicas de la familia. Explicó que Aizoon servía para canalizar los ingresos profesionales de su marido, que ella aceptó formar parte porque “me lo pidió mi marido y yo lo acepté”. Lo aceptó, dijo, por “confianza”, y así fue que en 2003 asistió a la notaría y firmó el acta en que compartían la propiedad de la sociedad mercantil. Respondió que no tenían ninguna prohibición de la Casa Real para constituir ésta u otra sociedad, pero que por supuesto lo hacía asesorada por Carlos García Revengas, su secretario, que también lo era de su hermana Elena. La infanta Cristina también manifestó que ella no asistía a las juntas de accionistas de Aizoon, ni tenía conocimiento de las cuentas de ingresos o gastos de la sociedad. Aclaró que firmaba documentos de esa sociedad porque se los pasaban a firma, y “por la confianza en mi marido y sus asesores, los firmaba”. Debido a que la investigación arrojó que en Aizoon se incluía la contratación de personal de la empresa, así como de personal doméstico de su vivienda, explicó que era su marido quien gestionaba eso. También negó que tuviera poderes de representación o firma de la compañía, y aseguró que la tarjeta de crédito que estaba a su nombre nunca la utilizó, pese a que existen una serie de gastos documentados en la investigación realizados con ese plástico. “Mi marido explicó, yo no disponía de la tarjeta, la custodia de esa tarjeta la tenía él, yo no recuerdo haber utilizado esa tarjeta, ni haber hecho un pago”. De igual manera, afirmó no haber recibido dividendos de la compañía ni haber realizado algún tipo de trabajo para la misma. Más temprano, en el tercer día de interrogatorios, Urdangarín reconoció que envió un correo a su suegro, el entonces rey Juan Carlos I, en el que le explicaba en qué consistía uno de los proyectos del Instituto Nóos, el del Valencia Summit, que se celebró gracias al convenio de su entidad con el gobierno de valenciano y ese ayuntamiento. Le informaba sobre ese foro internacional sobre deporte que organizó el Instituto Nóos. “¿Le participaba al rey Juan Carlos su proyecto?”, preguntó la abogada de Manos Limpias. “Sí, le comuniqué cuál era mi proyecto…”, respondió. Y fue en ese momento que el tribunal paró la sesión para comprobar que ese correo no estaba admitido como prueba y por ello no podía ser expuesto en la sesión. Posteriormente, al reanudarse la sesión, Urdangarín negó que su suegro hubiera fungido como intermediario en sus negocios. El tribunal advirtió a Manos Limpias que si eso volvía a ocurrir se plantearía la buena fe procesal de la acusación.

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