Empresario condenado en Brasil, favorecido con obras en el gobierno de Duarte

martes, 8 de marzo de 2016 · 14:09
XALAPA, Ver. (apro).- Marcelo Odebrecht, presidente del gigante brasileño Odebrecht, fue condenado este martes 8 a 19 años de prisión por actos de corrupción en la trasnacional Petrobas en esa nación sudamericana. Sin embargo, en México y en Veracruz la empresa Odebrecht ha gozado de favoritismo para agenciarse importantes obras en el nuevo Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano (SAMS), organismo hidráulico encargado de dotar de agua a más de 700 mil habitantes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín. Aún más, la empresa brasileña Odebrecht ha tenido importantes contratos para desarrollar el proyecto Etileno XXI e invertir en el proyecto terciario del Golfo de México en Chicontepec, al norte de Veracruz, y está a la espera de poder reactivar el proyecto de construir una hidroeléctrica en la zona ecoturística de Jalcomulco, ello pese a que comuneros de varios municipios en esta cuenca de agua se oponen al proyecto. En la entidad diversos medios locales han retomado la condena a la que fue sentenciado Marcelo Odebrecht con los títulos “Sentencian a empresario favorito de Duarte”. Este martes el juez brasileño Sergio Moro dictaminó que Odebrecht es culpable de crímenes de corrupción, lavado de dinero y asociación criminal, ello por conseguir licitaciones fraudulentas con Petrobras. "Los contratistas acordaban previamente quiénes se llevarían los contratos, manipulando los precios durante la licitación”, rubrica el documento que ya fue boletinado en la nación brasileña. Mientras tanto en Veracruz, en julio del 2015, el Congreso local avaló la desincorporación del SASM, y la licitación le fue privilegiada al gigante brasileño Odebrecht, que anunció una inversión de 11 mil millones de pesos a 30 años Sin embargo, ya con el contrato otorgado y en presencia de diputados locales priistas, rebajó su inversión a sólo 8 mil millones. El SASM a principios de año había sido declarado en quiebra técnica y aunque se creyó que el gobierno de Duarte lo rescataría, decidió “venderse” en bajo la figura de una “sociedad mercantil mixta”; así, la desincorporación de la paraestatal la están padeciendo los veracruzanos con el aumento en las tarifas de agua. En planes petroleros en México, Odebrecth también mantiene inversiones en el proyecto Etileno XXI en el sur de Veracruz y en el proyecto terciario del Golfo de México en Chicontepec, en el norte de la entidad. Odebrecht es un emporio brasileño presente en más de 20 países y con intereses en infinidad de sectores: energía, infraestructura, finanzas, bienes raíces, espectáculos…   Uno de sus proyectos que ha sido detenido es la construcción de una presa en Veracruz, lo anterior gracias a la resistencia civil organizada que se impuso a través de un campamento para que flora y fauna no fueran destruidas en la región. Ese campamento contó con la vigilancia permanente de 250 habitantes de siete municipios veracruzanos y activistas de organizaciones civiles que bloquearon el paso de la maquinaria pesada hacia la parte baja del río Los Pescados. Su propósito es impedir la construcción de una central hidroeléctrica que, aseguran los inconformes, secará dicha cuenca; arruinará a pescadores, agricultores y prestadores de servicios ecoturísticos, y en época de lluvias provocará inundaciones en decenas de localidades de varios municipios, entre ellos Jalcomulco, Apazapan y Coatepec. El grupo Odebrecht Participacoes e Investimentos SA, y el gobierno de Duarte –representado por la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV)– firmaron en 2011 documentos para establecer “una sociedad empresarial de proyecto específico” y contratar la prestación de servicios “a largo plazo” para captar y almacenar agua proveniente del río La Antigua, una de cuyas ramificaciones es el río Los Pescados. A través de esa sociedad de propósito específico el gobierno estatal autorizó una partida de 335 millones 795 mil 600 pesos para financiar 30% de la inversión total del proyecto. Según ese contrato –parte del cual Apro tiene copia–, el proyecto hidroeléctrico se propone surtir de agua a la ciudad de Xalapa, misma que tiene un déficit de suministro de 500 litros por segundo; generar energía eléctrica, la cual permitirá bombear a bajo costo la reserva del embalse hacia la capital estatal; vender electricidad a consumidores industriales e irrigar tierras agrícolas. El proyecto, hoy frenado por la resistencia civil, prevé la construcción de una presa de 86 metros de altura y 700 metros de longitud con capacidad para embalsar 130 millones de metros cúbicos de agua en una superficie de 413 hectáreas; un sistema de bombeo, conducción y entrega en bloque a la CAEV para el abastecimiento de Xalapa, y una central hidroeléctrica con cuatro turbinas y una carga hidráulica de 94 metros, así como infraestructura para conducir 115 kilovatios de energía a lo largo de 13.3 kilómetros, necesarios para establecer una conexión con la línea de alta tensión Tamarindos-Las Trancas.

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