Donald Trump, víctima de sí mismo

viernes, 15 de abril de 2016 · 18:32
Donald Trump viaja en la cresta de una ola, pero una que no tiene bases y muy probablemente muera antes de tocar la costa. La dictadura de las encuestas lo ha empezado a dejar claro. El magnate que se encaramó a la cúspide, apoyado por un sector muy específico y reducido de la sociedad estadunidense, y se encaminaba a ser el candidato presidencial republicano, ha empezado a perder sustento. Y la culpa es suya. Cada vez que abre la boca se enemista con amplios sectores de la población: latinos (especialmente mexicanos), afroamericanos, musulmanes, mujeres… y hasta evangélicos de raza blanca. WASHINGTON (Proceso).- En las últimas semanas la candidatura de Donald Trump a la nominación presidencial por el Partido Republicano ha sufrido un deterioro propiciado por el mismo magnate de la industria de la construcción, lo que ha generado la posibilidad de que el senador Ted Cruz pueda ser el ungido de esa corriente política. Trump, quien hasta hace un par de semanas se mantenía firme en las encuestas de preferencia electoral para ser el candidato republicano, podría incluso quedar eliminado de la contienda antes de la Convención Nacional de su partido, el próximo julio. El martes 5, Cruz, senador por Texas, derrotó con facilidad a Trump en la elección primara de Wisconsin. La dirigencia del Partido Republicano –la cual, desde las elecciones primarias del supermartes (15 de marzo), se esfuerza para evitar que Trump sea su candidato presidencial– está feliz de que el propio empresario multimillonario sea el causante de su declive. “Es posible que en las últimas semanas Trump haya mostrado sus flancos más débiles, su falta de profesionalismo político, de lo que tal vez ya no se pueda levantar”, declaro al Washington Post, Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes y exlíder de los republicanos en el Congreso federal. En la última semana de marzo, Trump y su candidatura fueron víctimas de sus propios errores. Primero, Corey Lewandowski, jefe de la campaña del magnate, fue arrestado y acusado de violencia contra una reportera, a quien sacudió del brazo durante un acto proselitista en Florida. Después, en entrevista con la cadena de televisión MSNBC y al ser cuestionado sobre el tema del aborto, Trump pronunció las frases más misóginas de su campaña electoral; por éstas, los expertos ya hablan del fin de su carrera presidencial. A la pregunta sobre si la mujer que se somete a un aborto debería ser castigada, tres veces Trump respondió que sí; pero quienes las embarazan, no. La falta de juicio y sensibilidad de Trump pagaron las consecuencias de inmediato. Una encuesta de CNN encontró que a escala nacional, 75% de las republicanas rechazaba a Trump como candidato. Su equipo de campaña intentó recomponer los comentarios sobre el aborto, diciendo que el candidato fue mal interpretado y que lo dijo sin pensar; pero el daño ya estaba hecho. Según los analistas políticos, el resultado de la primaria de Wisconsin exhibió la vulnerabilidad electoral de Trump y marcó un cambio de ruta, tal vez definitivo, en la disputa por la nominación republicana. Las ecuaciones Luego de la victoria de Cruz en Wisconsin, la lucha por conseguir los mil 237 delegados electorales necesarios para ganar la nominación presidencial republicana antes de la Convención Nacional, está más cerrada de lo que se esperaba. Cuando faltan 15 elecciones primarias en un proceso que termina el próximo 7 de junio, y con 832 delegados electorales en disputa; Trump tiene 743 a su favor, Cruz 517, y 143 John Kasich, el gobernador de Ohio. El martes 19 tendrá lugar la elección primaria del estado de Nueva York, con 81 delegados republicanos en juego. Es el estado de Trump, pero la repartición de los delegados se hace en términos proporcionales; es decir, si el multimillonario ganara con 50% del voto o más, tendría 14 delegados asegurados; el resto lo tendría que compartir (proporcionalmente y de acuerdo con el resultado) con Cruz y Kasich. Las ecuaciones, por las leyes electorales de los republicanos en las elecciones primarias, ofrecen aún una endeble ventaja a Trump sobre sus dos contrincantes, pero su precipitada caída en las encuestas podría eliminarlo. La más reciente encuesta nacional, realizada por The Washington Post y la cadena ABC, registró que a Trump lo rechaza 75% de las mujeres (en general), 80% de los votantes independientes, 85% de los hispanos, 51% de los hombres blancos afiliados al Partido Republicano, 52% de los adultos jóvenes republicanos no blancos, 53% de los conservadores republicanos y 56% de los republicanos evangélicos protestantes. El sondeo agrega que a Trump no lo quiere 75% de los electores moderados, 68% de las mujeres blancas y 74% de los jóvenes con estudios universitarios. Es decir, sólo el sector blanco con menos estudios y mayor pobreza lo respalda. La encuesta del Washington Post y ABC, realizada del 3 al 6 de marzo entre mil votantes adultos registrados en el padrón electoral y que tiene un margen de error de más-menos 3.5 puntos porcentuales, encontró que a escala nacional, Cruz podría darle más batalla que Trump a Hillary Clinton, si ésta gana la nominación demócrata. Entre los electores del país, 52% tiene un punto de vista desfavorable sobre Clinton y 46% favorable. Para el caso de Cruz los números son 51% desfavorable y 35% favorable. A Trump, 67% de los electores lo rechaza y sólo 30% lo respalda. Son precisamente los resultados de las encuestas lo que mueve a la dirigencia del Partido Republicano a hacer lo posible por evitar que Trump gane la nominación presidencial. De ser éste el candidato republicano y Clinton la demócrata, la exprimera dama ganaría de calle la elección presidencial del próximo 1 de noviembre. En un escenario en que ninguno de los tres candidatos a la nominación presidencial republicana obtenga los mil 237 delegados antes de la Convención Nacional, a realizarse del 18 al 21 de julio en Cleveland, el abanderamiento presidencial se sometería a voto y a consideración de los delegados y superdelegados de los 50 estados que asistirán al acto proselitista. En una Convención Nacional sin candidato presidencial adelantado, la dirigencia republicana tendría las herramientas necesarias para cabildear en favor de otros candidatos para derrotar a Trump y evitar la catástrofe del partido en las elecciones presidenciales. Hay muchas hipótesis respecto a lo que puede ocurrir en Cleveland. La pérdida de popularidad de Trump por ahora no parece tener freno. Según los encuestadores republicanos, cuando la semana pasada Trump declaró que si es presidente permitiría que Japón y Corea del Sur tuvieran bombas nucleares, perdió otro 5% de respaldo entre los electores republicanos. Nadie en Estados Unidos quiere un presidente que apoye una nueva carrera armamentista nuclear. En paralelo Trump perdió otro 10% de apoyo, según los encuestadores republicanos, entre los electores hispanos cuando el martes 5 entregó al Washington Post un memorando en el que asegura que suspendería el envío de remesas de Estados Unidos a México, con lo que fácilmente obligaría al gobierno mexicano a entregarle de 5 mil a 10 mil millones de dólares para sufragar los gastos de la construcción de su propuesto muro en la frontera. A poco más de tres meses de la Convención Nacional Republicana el escenario electoral no pinta bien para Trump. En los pasillos del poder en Washington se habla de que si Cruz (quien ahora tiene más posibilidades de lograrlo) no consigue los mil 237 delegados antes del 18 de julio, y el magnate se queda corto; en Cleveland –o incluso antes, de ser necesario– Marco Rubio, senador por Florida, le otorgaría a Cruz los 164 delegados que ganó antes de retirarse de la disputa por el banderín presidencial. Por el lado demócrata, Clinton aunque perdió la elección primaria de Wisconsin ante el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, se mantiene al frente en las encuestas para ganar la nominación de su partido, e incluso la presidencia. De los 2 mil 383 delegados que se requieren para ganar la nominación presidencial demócrata, Clinton tiene ya mil 749 y Sanders, mil 61. Cuando faltan 15 primarias y mil 955 delegados demócratas, las encuestas sostienen que Clinton obtendrá el número necesario para ganar la nominación antes de la Convención Nacional de su partido, del 25 al 28 de julio en Filadelfia; pero Sanders técnicamente tiene las mismas posibilidades de ganar la nominación que la exsecretaria de Estado.

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