CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Papa Francisco removió de su cargo como arzobispo de La Habana, Cuba, al influyente cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, considerado uno de los principales negociadores en el restablecimiento de relaciones entre la isla y Estados Unidos. Ortega y Alamino, quien está por cumplir 80 años de edad, presentó su renuncia al cargo hace cinco años, cuando cumplió 75, edad de jubilación según el Código de Derecho Canónico. De acuerdo con un comunicado emitido por el Vaticano, la renuncia fue aceptada hasta este martes por el Papa Francisco, quien designó a monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, hasta ahora arzobispo de Camagüey, como sucesor de Ortega y Alamino. Durante casi 35 años el cardenal Ortega fue arzobispo de La Habana y se convirtió en un privilegiado interlocutor entre los gobiernos de Fidel y Raúl Castro con la disidencia cubana, al grado de que en 2011 logró la excarcelación de varios presos políticos. También tuvo un importante papel en el proceso de deshielo entre Cuba y Estados Unidos, fungiendo como uno de los principales operadores políticos del Papa Francisco, quien intenta acabar con este conflicto producto de la Guerra Fría. Todavía en marzo pasado Ortega y Alamino fue protagonista de un hecho histórico: recibió en la Catedral de La Habana al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y a su familia. Su sucesor en la arquidiócesis más importante de Cuba, monseñor García Rodríguez, ya adelantó que continuará la labor de Ortega y Alamino: “Vamos a continuar con la obra que él ha realizado. Y estoy seguro, me lo ha confirmado así, de su apoyo, su oración y compañía”, dijo el nuevo arzobispo a la agencia EFE. Oriundo de Camagüey, donde nació en 1948, García Rodríguez estudió en el Seminario Mayor San Carlos y Ambrosio, de La Habana. Obtuvo su ordenación sacerdotal en 1972 y fue nombrado obispo auxiliar de Camagüey en 1997. Después, en 2002, se le nombró arzobispo de esa misma arquidiócesis.