CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una explosión con coche-bomba mató a 18 peregrinos chiíes e hirió a 45 más cuando conmemoraban el aniversario de la muerte de un imán venerado en Bagdad. De acuerdo con la agencia AP, tras el atentado el grupo suní Estado Islámico, que considera traidores a los chiíes, se responsabilizó del ataque en un comunicado enviado por internet en el que afirmó que se trató de un ataque suicida, sin embargo esa versión fue rechazada por las autoridades iraquíes. Un funcionario policial afirmó a la AP que el coche cargado con explosivos estaba estacionado y explotó poco después del mediodía en el barrio Saydiyah, el suroeste de Bagdad. Otro funcionario médico que habló a condición del anonimato, confirmó a AP la cifra de fallecidos. Esta semana miles de fieles chiíes peregrinan a Kadhimiyah, en el norte de Bagdad, donde en el siglo VIII fue enterrado el imán Moussa al-Kadhim. Por ello las fuerzas de seguridad han bloqueado las carreteras principales de la capital, para evitar ataques contra peregrinos que llegan a pie desde diversas partes de Irak. El ataque de hoy ocurrió un día después de que la explosión de dos coches-bomba en la ciudad de Samawah, al sur, dejaran al menos 33 personas muertas y 52 heridas, un ataque también reclamado por el grupo extremista. Si bien el Estado Islámico ha sufrido derrotas territoriales en el último año, todavía controla importantes franjas del norte y oeste iraquí, incluida Mosul, la segunda ciudad más grande del país. Los extremistas han incrementado sus ataques dentro de Bagdad y las autoridades dicen que es un intento por distraer sus recientes derrotas en el campo de batalla. Según la ONU, al menos 471 iraquíes murieron en abril pasado a causa de la violencia, aunque son menos de la mitad de los registrados el mes previo, cuando fallecieron al menos mil 119 personas.