Despojo de la Ford, avalado por el IMPI

viernes, 6 de mayo de 2016 · 12:26
El gobierno asegura que fomenta y protege a las empresas mexicanas, pero al menos en el caso de una compañía de Veracruz esto no ha sido así. La trasnacional Ford se robó el nombre del desarrollo ecoturístico Ecco Sport para bautizar una de sus camionetas, lo que vapuleó el prestigio de la firma local, le quitó clientes y le ha costado miles de pesos en pérdidas y juicios. Pese a que la compañía mexicana logró una sentencia a favor, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial ha convalidado que la automotriz siga explotando el nombre. ¿La razón? El exabogado de Ford es el actual director de ese Instituto. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En abril de 2001 la trasnacional Ford fue a Jalcomulco, Veracruz, a grabar un comercial para promocionar uno de sus autos ante los medios de comunicación. El lugar es un centro turístico ecológico que embonaba perfectamente con la línea aventurera de la camioneta Explorer. Meses después la empresa estadunidense solicitó el registro de la marca Ecosport, que era similar al nombre de la empresa mexicana Ecco Sport, dueña del lugar donde habían grabado el comercial. Desde entonces, Rodolfo Olmedo, dueño de la empresa fundada en 1997 para fomentar el turismo de aventura en el país, ha denunciado la situación irregular en la que incurrió el consorcio automotriz y la actuación ilegal del director del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), Miguel Ángel Margáin, quien antes de asumir este cargo era representante de Ford Motor Company, con lo cual incurrió en un conflicto de intereses. Mauricio Jalife, abogado de Olmedo, recuerda que Margáin, como director del IMPI, estaba obligado a cumplir con la resolución judicial que él mismo perdió cuando defendía a la automotriz… pero en lugar de cancelar el registro de Ecosport a Ford, decidió volvérselo a otorgar. “De esto nos dolemos, Margáin siguió actuando como abogado de Ford pese a que ya era director del IMPI, es un clarísimo conflicto de interés. La Corte ya había confirmado la resolución de la sala de Propiedad Intelectual del Tribunal Superior de Justicia Administrativa, que había declarado la marca de la empresa de turismo como notoriamente conocida y como ilegal el registro de Ford Motor Company, y ordenado la cancelación de ese registro por ser violatorio de los derechos de Ecco Sport. Todo está documentado”, puntualiza Jalife. Olmedo sostiene que existe un claro plagio del nombre de su firma y que a partir de esta acción ilegal tanto la empresa Ford como Margáin han incurrido en una serie de acciones ilícitas y carentes de ética que tienen que ser investigadas y castigadas por las autoridades hacendarias y judiciales. “El estado de derecho se ha roto por todos lados por parte de esa empresa, de los abogados y del IMPI. Para tapar un error que ellos mismos crearon han cometido una serie de acciones reprobables y de actos ilegales que cada vez refuerzan más su nula posición ética y legal. Yo veo claramente que hay una responsabilidad de todos y concretamente de Miguel Ángel Margáin”, afirma Olmedo al exponer este caso que está en tribunales desde hace 15 años. Se trata de una historia de corrupción y de tráfico de influencias, afirma Olmedo, quien pide que las autoridades judiciales y hacendarias retomen este caso de plagio y apliquen la ley. Ecco Sport México S. A. de C. V. fue fundada en 1997 para fomentar el turismo ecológico y de aventura, y al año siguiente obtuvo el registro oficial 582994 ante el IMPI. La empresa de Raúl Olmedo manifiesta que a lo largo de los años Ecco Sport México desarrolló su actividad en varios estados y eligió Jalcomulco como su centro de operaciones. Durante sus primeros cinco años ofreció sus servicios a varias automotrices que utilizaban el lugar para promocionar sus unidades. Así fue como Ford Motor Company lo seleccionó en abril de 2001 para presentar a los medios su modelo Explorer 2002. Sorpresivamente, meses después Ford solicitó el registro de la marca Ecosport ante el IMPI, la cual se lo otorgó el 13 de diciembre de 2001 con el número 728477. A partir de 2003, la automotriz usufructuó la marca al poner a la venta la camioneta, que se produce en Brasil, con un amplio despliegue publicitario, algo que dañó a la firma mexicana de turismo. “El negocio de Ecco Sport México se vio afectado por la confusión generada por la similitud de las marcas. Por citar un ejemplo, Chrysler de México canceló todas sus operaciones con Ecco Sport de México”, señala Olmedo. Para entonces ya era evidente la situación irregular de la marca Ecosport de la empresa estadunidense cuyo despacho de abogados estaba encabezado por Miguel Ángel Margáin. En un intento por tapar el entuerto, el 26 de noviembre de 2003 Ford Motor Company hizo llegar una propuesta a Ecco Sport México S. A. de C. V. para que cediera los derechos de marca. La contraprestación ofrecida por la trasnacional era ridícula: tres camionetas Ecosport. El ofrecimiento fue rechazado por Olmedo y sus socios, pues la marca tenía un valor muy superior al que representaban tres camionetas. La batalla El 26 de febrero de 2004 Ecco Sport México decidió solicitar al IMPI que declarara la nulidad del registro 728477. El instituto rechazó la petición mediante el oficio 947 con fecha del 28 de enero del 2005. A partir de esta fecha Olmedo y los otros socios de Ecco Sport México acudieron al Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA) para pelear la propiedad de la marca, “confiados de que prevalecería el estado de derecho, independientemente de la asimetría de las partes en conflicto y de que nos asistía la razón legal para proteger lo que con mucho esfuerzo habíamos construido”, señalan en un documento los mexicanos. Los abogados de Olmedo manifestaron que las denuncias son por la evidente similitud o semejanza de la marca Ecco Sport México con la de Ecosport de Ford, y que están basadas en el artículo 90 de la Ley de la Propiedad Industrial. Ahí se establece que no serán registrables como marcas, entre otros supuestos, las que sean idénticas o semejantes en grado de confusión a otra en trámite de registro presentada con anterioridad o a una registrada y vigente, aplicada a los mismos o similares productos o servicios. Seis años después, el 16 de junio de 2011, Olmedo y asociados tuvieron buenas noticias. La Sala Especializada en Materia de Propiedad Intelectual del TFJFA emitió una sentencia a su favor ordenando al IMPI que declarara la nulidad del registro que le había dado a Ford para explotar la marca Ecosport. La automotriz reaccionó interponiendo el 13 de febrero de 2012 una demanda de juicio de amparo ante el Décimo Octavo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, la cual fue sobreseída el 31 de mayo del mismo año, ya que los apoderados de Ford, Roberto Arochi y Miguel Ángel Margáin, la presentaron fuera de tiempo. Ante esto el despacho de abogados de Ford interpuso un recurso de revisión constitucional ante la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que confirmó el criterio del Tribunal, por lo que la sentencia que ordenaba al IMPI emitir una resolución de nulidad del registro quedaba firme desde el 31 de enero de 2013. La maniobra La resolución avalada por la SCJN no se aplicó. Resulta que, a partir del 31 de marzo de 2013, el abogado apoderado de Ford, Miguel Ángel Margáin, fue nombrado director general del IMPI. Ante esta situación anómala, los socios de Ecco Sport México acudieron con él para pedirle que actuara conforme a la ley. En un principio parecía que Margáin cumpliría con la ley, al emitir el 31 de mayo de 2013 una declaración de nulidad del registro 728477 Ecosport. Pero la nulidad duró apenas tres meses. El 14 de agosto de 2013 Margáin, como director del IMPI, dio a Ford un nuevo registro (el 1389845) exactamente igual al que los tribunales habían ordenado cancelar. Y luego, el 1 de diciembre, otro registro más (1498278), pero ahora con el nombre de Ecosport R. Ante esto, el 29 de mayo de 2014 Ecco Sport México interpuso una queja ante la Secretaría de la Función Pública solicitando la revisión de irregularidades administrativas perpetradas por Margáin, la cual fue remitida al Órgano Interno de Control del propio instituto, el cual, el 24 de marzo de 2015, informó que no se habían acreditado conductas de conflicto de intereses susceptibles de ser sancionadas. Sin embargo, la empresa mexicana obtuvo copia certificada de algunas constancias de comunicaciones cruzadas entre abogados de Ford y funcionarios del IMPI que dieron lugar a la obtención de los dos registros de marca. Ante esta presunta prueba de conflicto de intereses, el 4 de julio de 2014 Ecco Sport México presentó una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República, que abrió la averiguación previa PGR/UEIDCSPCAJ/SP/M.III/152/2014. Dos meses más tarde, el 22 de septiembre, dicha autoridad declaró el no ejercicio de la acción penal, sin dar una explicación o fundamento. “Extraoficialmente supimos que hubo órdenes superiores para dejar en paz el asunto”, asevera Olmedo. Como último intento de obtener justicia ante lo que considera un “despojo y ocupación de marca por parte de Ford”, la empresa mexicana inició un juicio civil el 2 de junio de 2014 en el que reclamó el pago de daños y perjuicios. Pero una vez más se toparon con el poder de la trasnacional. El juez Cuadragésimo Primero de lo Civil absolvió a Ford Motor Company, a pesar de que la filial mexicana reconoció el uso de la marca y la nulidad del registro. “Ha sido apabullante el poder y el dinero que han utilizado en todos los tribunales para acabar con nuestro caso. Se han violado todos los derechos porque han cerrado todas las puertas de la justicia de manera absurda. Lo que pedimos es que reparen el daño que nos han causado y si en esto se determina que hay aspectos de corrupción por tráfico de influencias, pues que también se castigue a los responsables”, señala. El dueño de la empresa mexicana de ecoturismo precisa que no sólo es cuestión de dinero: “El estado de derecho se ha roto por todos lados”. En los últimos dos años Ford ha anunciado una serie de inversiones millonarias en México, como el establecimiento de una nueva planta de ensamble de autos en San Luis Potosí, que el director general de ProMéxico, Francisco González, estima traerá unos mil millones de dólares de inversión extranjera directa. Asimismo, una inversión de 2 mil 500 millones de dólares en México, de los cuales mil 300 millones son para la ampliación de su fábrica de motores en Chihuahua y mil 200 millones para instalar una planta de transmisiones en Guanajuato, en alianza con la alemana Getrag.

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