#PanamaPapers manchan a "El País"

lunes, 9 de mayo de 2016 · 12:04
Uno de los periódicos más influyentes del ámbito hispanoamericano atraviesa una dura crisis de credibilidad. A una serie de despidos severamente criticados en los últimos años se suma ahora el hecho de que su exdirector Juan Luis Cebrián –actualmente presidente de Grupo Prisa, el consorcio que edita El País– tiene varios vínculos que lo ligan con los #PanamaPapers. Si bien su nombre no aparece directamente en esos documentos, sí está el de su exesposa y el de socios que, incluso, le donaron millonarias acciones por “amistad”. MADRID (Proceso).- El escándalo por la supuesta participación de Juan Luis Cebrián en el accionariado de Star Petroleum –una sociedad con sede en Luxemburgo y gestionada desde paraísos fiscales– enturbió el festejo por los 40 años de existencia del diario El País, uno de los medios de referencia en español. A partir de la investigación de los #PanamaPapers, ElConfidencial.com y La Sexta televisión reconstruyeron el entramado de sociedades opacas creadas en paraísos fiscales por el empresario de origen iraní Massoud Farshad Zandi, quien “obsequió” a Cebrián 2% de las acciones de su petrolera, misma sociedad donde aparece un socio de Cebrián, Antonio Navalón, afincado en México. El nombre de la exesposa del máximo responsable de Prisa, Teresa Aranda, sí aparece explícitamente en los papeles del despacho panameño. “Nos han querido aguar la fiesta”, dijo el presidente de El País y principal ejecutivo del Grupo Prisa (que edita el matutino) durante el almuerzo de festejo con el personal del diario, este 4 de mayo. Cebrián minimizó las publicaciones calificándolas como una “revolucioncita que se ha montado en las redes sociales, (que) no nos importa”. Aun cuando su expresión pretendía restar importancia al asunto, distaba mucho de su primera reacción, mucho más virulenta, involucrando incluso a Prisa en esta guerra, a pesar de que al grupo de medios no se le vincula con ninguna sociedad offshore. La tarde del 25 de abril, el Grupo Prisa difundió un comunicado en el que anuncia que “el presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, ha emprendido acciones legales en nombre del grupo y de sí mismo contra La Sexta televisión, ElConfidencial.com y ElDiario.es por las informaciones y comentarios difamatorios difundidos hoy por dichos medios con una clara intención de vincularle con los denominados Papeles de Panamá, en los que no aparece”. Los autores de dichas informaciones y los responsables de su difusión, se lee, “han sido advertidos de que dichas insinuaciones son absolutamente falsas, tienen clara intención difamatoria y suponen un grave menoscabo de la honorabilidad y reputación, tanto de Juan Luis Cebrián como del Grupo Prisa y sus empresas”. Además, ordenó despedir a Ignacio Escolar, director de ElDiario.es, como comentarista político del programa Hoy por Hoy, de la Cadena Ser, la principal radiodifusora del grupo, y prohibió a sus periodistas participar en las tertulias de La Sexta televisión. El director de Eldiario.es escribió en su blog Escolar.net, bajo el título Juan Luis Cebrián me despide de la SER, que salía de esta radio “por el exclusivo empeño de Cebrián”, por reproducir la información de ElConfidencial.com y de La Sexta, y asegura “que (el empresario) ha embarcado a todo su grupo en esta guerra personal en la que no tiene razón”. El día 5, en una entrevista en la radio de su grupo, Cebrián dijo que dichas publicaciones representan una “campaña de difamación” como otras que han padecido. “Desde que tuvimos éxito, hemos tenido que sufrir algunos ataques injustificados y falsarios”, como cuando lo acusaron de ser agente de la KGB o de la persecución judicial del gobierno de José María Aznar contra el fundador del grupo, Jesús de Polanco, y contra él mismo. Defendió la decisión de recurrir a los tribunales y pidió no embarcarse en un “conflicto mediático”. “Es la reputación del grupo y su independencia lo que está en juego. No vamos a usar los medios del grupo para este asunto. No podemos involucrar a nuestros lectores en batallas mediáticas. La libertad de expresión no es libertad de difamación. Es mucho mejor usar los medios legales que malversar nuestros medios, usándolos en batallitas particulares.” Y señaló que a partir de la crisis económica y la revolución digital han surgido “medios cínicos, mercenarios y demagógicos”, a diferencia, dijo, de los medios de su grupo, que calificó de “críticos, independientes y democráticos”. Este semanario contactó al gabinete de prensa del Grupo Prisa para conocer más detalles de las actuaciones legales anunciadas contra los medios españoles, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta. El entramado Horas antes de que Prisa anunciara que había emprendido acciones legales, al mediodía del lunes 25 El Confidencial y La Sexta (los socios españoles del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación –ICIJ, por sus siglas en inglés– y del diario alemán Süddeutsche Zeitung en la investigación de los #PanamaPapers) dieron a conocer que Massoud Farshad Zandi, muy ligado al expresidente del gobierno español, Felipe González, y a Juan Luis Cebrián, “era un cliente del despacho Mossack Fonseca”. Los días previos a que apareciera esta información, Felipe González había manifestado su malestar cuando, en otros tramos de esta investigación periodística, aparecieron los nombres de su actual pareja, Mar García Vaquero, y de su íntimo amigo, el empresario Jesús Barderas. El nuevo episodio señala que, al mismo tiempo que González, Cebrián y Massoud Farshad Zandi ponían en marcha –en Madrid– la Fundación Atman para el Diálogo entre Civilizaciones, en Panamá se constituyeron varias sociedades domiciliadas en Seychelles, Samoa y Niue, que dieron amplios poderes a personajes relacionados con dicha fundación. La fundación se registró el 22 de abril de 2004 y se presentó en público en octubre de ese año. Como presidente y principal aportador de los fondos apareció Farshad Zandi y, como vicepresidenta, Teresa Aranda, la esposa en aquel entonces de Cebrián. También aparecían los empresarios Javier Merino y Joaquín Arespacochaga. El 30 de agosto de 2004, mes y medio antes de la presentación de la fundación, Mossack Fonseca ayudó a constituir la empresa Granite Corporation Inc., con sede en Seychelles y que le otorgaba poderes generales a Teresa Aranda (el documento incluye su nombre y su número del Documento Nacional de Identidad o DNI), así como a Gerhard Nellinger y Laura Rey. El Confidencial consultó a Teresa Aranda, quien aseguró que nunca firmó ningún poder y atribuyó esas sociedades al entorno de su exmarido. El principal ejecutivo de Prisa respondió a La Sexta y El Confidencial no tener ni haber tenido nunca sociedades offshore. La actividad de Granite Corporation en los papeles de Mossack Fonseca llega hasta enero de 2010. Esta sociedad era la beneficiaria final de Hypersonic LTD, constituida en Samoa y luego trasladada a islas Seychelles, en la que los documentos publicados acreditan que Zandi tenía plenos poderes. La sociedad se desactivó el 31 de diciembre de 2011 y todas las acciones al portador se trasladaron a un domicilio de Paseo de la Castellana 42, en Madrid, sede de otras empresas del empresario hispano-iraní. Los socios españoles de la investigación de ICIJ señalan que Zandi aparece relacionado en al menos 10 sociedades en los #PanamaPapers, y el empresario Javier Merino, en ocho offshores más. Otra de las empresas creadas por el despacho panameño es Denning Inc., en Niue, una pequeña isla del Pacífico, que tuvo consecutivos traslados, primero a Samoa y luego a las islas Seychelles, que cuenta con un domicilio en Madrid, que aparece como referencia de Fernando Arespacochaga y donde están registradas al menos otras 91 sociedades. Arespacochaga, Merino y Zandi aparecían en el patronato de la Fundación Atman, al lado de Augusto Delkáder, consejero delegado de Cadena Ser, y varios políticos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En el consejo rector aparecían Cebrián, Felipe González y el escritor Juan Goytisolo, entre otros. La fundación desapareció tres años después, en octubre de 2007. El 26 de abril apareció nueva información a la que Cebrián ya no respondió. Los citados medios dieron a conocer que Massoud Farshad Zandi, que presume su relación con el principal editor de medios de España, usó los servicios de Mossack­ Fonseca para ocultar a la Hacienda española la propiedad de Star Petroleum, compañía con sede en Luxemburgo “de la que Cebrián tiene actualmente 2% donado desde una offshore” por el empresario, gracias a su “larga relación de amistad”. El primer director de El País (1976-88) aparece como “accionista” en documentos del Registro Mercantil de Luxemburgo –no así en los Papeles de Panamá–. En el accionariado también están Javier Merino y Joaquín Arescopachaga. Sin embargo, los documentos citados precisan que Zandi sí recurrió a Mossack Fonseca para constituir sociedades opacas en Seychelles y Samoa, a través de las cuales controlaba Star Petroleum, empresa con la que intentó hacer fortuna en Sudán del Sur. Una de estas sociedades es Hypersonic LTD, constituida en julio de 2006 en Samoa. Posteriormente, esta sociedad le dio poderes a Massoud Zandi para representarla en la junta general de accionistas de Star Petroleum que se celebró en Luxemburgo en 2009. A finales del mismo año, el despacho panameño hizo trámites para trasladar Hypersonic LTD a las islas Seychelles. El 10 de diciembre de 2009 concluyó el traslado, tras solventar la información solicitada por Luxemburgo al despacho panameño para comprobar que todo estaba en regla. El 22 de enero de 2010, la sociedad dio nuevos poderes a Zandi para “gestionar la compañía, sin ninguna limitación, a través de actos como simple administrador” y para “llevar a cabo contratos de cualquier índole en nombre de la empresa”, apunta El Confidencial. Juan Luis Cebrián es accionista de Star Petroleum, de la que, según los últimos datos, tiene 2% del capital, donado gratuitamente desde Hypersonic LTD por Zandi gracias a una “larga relación de amistad y mutuo apoyo en materias personales y profesionales”. El editor español tiene opción de adquirir 3% adicional por 14.67 millones de euros. Los documentos del Registro Mercantil de Luxemburgo ya citados señalan que Cebrián fue consejero de la petrolera de julio de 2015 al 20 de diciembre del mismo año. Es decir, dos días después de renovar su contrato con la compañía de comunicación y cuando se había reformado el Código de Ética de Prisa, que prohíbe a sus ejecutivos tener empresas en paraísos fiscales. También abandonó la sociedad Antonio Navalón, un comisionista implicado en algunos de los mayores escándalos político-financieros en España en los años noventa, antes de cambiar su residencia a México, donde se presenta como “periodista, empresario y promotor cultural”, hoy vicepresidente y director adjunto de Reporte Índigo. Otro accionista es Kunert Beteillingung S.A., cuyo socio mayoritario es Joaquín Arespacochaga, cliente de los panameños a través de Acquire Spain S.L. Lo son también Javier Merino, la familia Mesonero Romanos e Ignacio Yufera. Zandi, Arespacochaga y Merino recibieron poderes de otra offshore, Lempicka S.A. Agustín Marco, periodista de El Confidencial que investigó este caso, recuerda que la información se contrastó, “lo cual no es nada especial, es parte de nuestra tarea”, por ello en las informaciones se recogen las afirmaciones tanto del editor como de su exesposa, aunque los documentos de Panamá sólo la vinculan a ella con una sociedad opaca. “Nosotros no decimos que Cebrián esté en los Papeles de Panamá”, puntualiza. En entrevista, sostiene que “es respetable” que Cebrián diga que lo difaman, “y de tomar sus decisiones legales”, aunque en el reportaje no se señala que el presidente de El País esté en los Papeles de Panamá, pero sí el principal accionista de Star Petroleum, quien le donó 2% de las acciones y quien pagaba impuestos desde paraísos fiscales. El periodista asegura que no tiene constancia de que se hayan iniciado las acciones legales contra El Confidencial, pero que ellos esperan “con toda tranquilidad”, seguros de haber sido rigurosos con el tratamiento de la información. Nueva era Antonio Caño, el director de El País desde 2014, publicó en marzo pasado una carta donde anunciaba la inminente transformación del matutino en un medio “eminentemente digital” y adevertía que el “trasvase de lectores del papel al digital es constante”. Previo a la publicación de la carta abierta a su personal, Caño mantuvo una reunión con los informadores, donde les expuso los cambios y reconoció que la edición impresa se mantendrá el tiempo “que sea posible”. En la actualidad, el diario impreso tiene una audiencia de 1.4 millones de lectores, 7.4% menos que la última valoración elaborada por el Estudio General de Medios (EGM) y, según información del propio periódico, superan los 5 millones de visitas mensuales en su sitio en internet. En febrero pasado, el grupo Prisa anunció beneficios de 5.3 millones de euros –después de las pérdidas de 2 mil millones en 2014–. Sin embargo, su área de prensa (El País, As y Cinco Días) arrojó pérdidas de 6.5 millones. En 2015 logró disminuir su abultada deuda a 1,600 millones de euros, merced a la amortización de 900 millones conseguida, entre otras cosas, gracias a la venta de Canal+ a Telefónica, en abril de 2015. Y a la ampliación de capital por 64 millones suscrita con la entidad qatarí International Media Group.

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