Obama rinde homenaje a víctimas de la bomba atómica en Hiroshima
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En presencia de supervivientes (los hibakusha) de la bomba atómica lanzada en la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rindió un homenaje a las víctimas, pero nunca ofreció una disculpa por el lanzamiento del mortal explosivo que puso fin a la II Guerra Mundial.
En el Parque Memorial de la Paz, donde estuvo acompañado del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, Obama reiteró su llamado a un mundo sin armas nucleares: “Entre aquellas naciones que, como la mía, tienen armas nucleares, debemos encontrar la valentía para escapar a la lógica del miedo y buscar un mundo sin ellas”.
Para conseguir esa meta, declaró, “debemos cambiar la manera de pensar misma del mundo”, porque “cada vida es preciosa, parte de la familia humana. Esa es la historia que debemos contar”.
Con esa manera de pensar, consideró, se llegará a un momento en el que se conozca a Hiroshima y Nagasaki —donde la segunda bomba nuclear también lanzada por Estados Unidos dejó alrededor de 60 mil víctimas— no como los lugares donde empezó la era nuclear, sino “como el comienzo de nuestro despertar moral”.
Luego de destacar que hace 71 años “la muerte cayó del cielo, y el mundo cambió”, el mandatario estadunidense agregó: “Estamos aquí, en el centro de esta ciudad, y nos obligamos a imaginar el momento en que la bomba cayó. El terror de los niños, confusos por lo que ven. Oímos un grito silencioso”.
Prosiguió: “Compartimos la responsabilidad de mirar directamente a los ojos de la historia y preguntarnos qué podemos hacer para evitar que ese sufrimiento llegue a repetirse”.
Y pidió que la memoria de las víctimas de Hiroshima nunca desaparezca. “Mantener viva su memoria alimenta nuestra imaginación, nos permite cambiar y nos da esperanzas sobre un futuro mejor”.
En medio de un completo silencio, el presidente de Estados Unidos –el primero de ese país que visita Hiroshima desde que fue arrojada la bomba atómica sobre la ciudad, hace 71 años– depositó una corona de flores ante el sepulcro y guardó unos segundos de silencio.
En un emotivo discurso, en el que en ningún momento pidió perdón por el hecho de que fue Estados Unidos quien lanzó la bomba que puso fin a la II Guerra Mundial, Obama reconoció que “la historia de la civilización está marcada por la guerra”.
“Los conflictos llegaron con el primer hombre que puso un pie en la tierra”, lamentó.
Al término de la ceremonia, el presidente estadunidense se acercó a saludar a Sunao Tsuboi, de 91 años de edad, presidente de una de las principales asociaciones de hibakusha.
Obama arribó a Hiroshima en un helicóptero después de asistir a la cumbre de dos días de líderes del Grupo de los Siete (G-7) en el parque natural de Ise-Shima (centro de Japón).