Venezuela: los generales disidentes

lunes, 30 de mayo de 2016 · 13:16
BOGOTÁ (apro).- El general venezolano Clíver Alcalá Cordones, quien ha expresado públicamente que votaría por revocar el mandato al presidente Nicolás Maduro, no es un militar cualquiera. Y precisamente porque no lo es, su postura crítica frente al gobierno ha sido interpretada en círculos políticos como un síntoma de la inconformidad que se vive en los cuarteles venezolanos, en momentos en los que la crisis se aproxima a una definición en que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) está llamada a ser protagonista. El general Alcalá Cordones acompañó a Hugo Chávez en la fallida intentona golpista del 4 de febrero de 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, y desde entonces fue parte del círculo de hierro del fallecido líder de la Revolución Bolivariana. Hace tres años pasó a retiro tras ocupar la comandancia de la Región Estratégica de Defensa Integral en Guyana, un cargo de enorme peso en la FANB. Tanto Clíver Alcalá Cordones como su hermano Carlos, también general retirado y alcalde del municipio Vargas por el chavista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), son integrantes de la cúpula cívico-militar que gobierna Venezuela desde hace 17 años. Por eso fue especialmente desconcertante para el chavismo la decisión de Clíver de salir a los medios de comunicación a hablar de la crisis política, económica y social que se registra en el país. De acuerdo con el general Alcalá Cordones, la actual situación venezolana es muy parecida a la que se vivía en 1992, cuando el coronel Hugo Chávez y un grupo de jóvenes oficiales intentaron, sin éxito, derrocar a Carlos Andrés Pérez. En dos programas de televisión dijo que hay hambre, corrupción y poderes públicos “secuestrados”. Maduro, aseguró, ha manejado “muy mal” el legado de Chávez. “Yo me defino como un chavista convencido. Por supuesto que estoy descontento, y yo creo que mucho”, sostuvo. Y señaló que el presidente debe dejar de poner obstáculos a la convocatoria a un referendo revocatorio, para que sean los votantes quienes decidan si debe o no continuar en el poder. “Por supuesto que debe haber un revocatorio, el 90% de los venezolanos lo cree”, afirmó el general. Sostuvo que él votaría por la salida de Maduro para “evitar el enfrentamiento del pueblo contra el pueblo”. Lo más llamativo tras las declaraciones del militar en retiro es que el gobierno y los altos mandos chavistas, que suelen reaccionar con tanta virulencia frente a sus críticos, han guardado total silencio, pese a que Alcalá Cordones responsabilizó de la crisis al mismo presidente y a otros generales que han manejado las importaciones y distribución de alimentos y la oficina de control de divisas, epicentro de un desfalco que la oposición calcula en 300 mil millones de dólares. Según fuentes de la oposición, ese silencio “lo que revela es temor, porque Clíver Alcalá Cordones sabe mucho más de lo que ha dicho y porque lo que en realidad está diciendo es que está dispuesto a hablar de la podredumbre que hay en este régimen”. Alcalá Cordones es señalado por la agencia estadunidense antidrogas DEA como uno de los altos mandos militares venezolanos involucrados en el tráfico de drogas. En 2011 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo incluyó en la lista de funcionarios extranjeros asociados con el narcotráfico, junto con los exdiputados Amílcar Figueroa y Freddy Bernal, y el exoficial de inteligencia Ramón Madriz. En ese entonces Maduro era canciller de Venezuela, y dijo que la acusación era parte de una “agenda de agresión permanente” impulsada desde Washington. Además calificó a los cuatro señalados como “ciudadanos decentes de nuestro país”. Para la abogada y experta en asuntos militares Rocío San Miguel, Clíver Alcalá Cordones representa un sector militar “que busca salvarse del posible desplome del madurismo vendiéndose, a la vez, como alternativa de poder en Venezuela”. El líder opositor Henrique Capriles considera que más allá de los antecedentes del general retirado, sus pronunciamientos revelan las “tensiones” que existen dentro del chavismo ante la perspectiva de perder el poder. Cero y van dos Alcalá Cordones no es el único general de la FANB que se ha pronunciado en términos críticos sobre el deterioro económico, político y social de Venezuela, y la responsabilidad que tiene el presidente Maduro. El general retirado Miguel Rodríguez Torres, quien hace dos años era el ministro del Interior de Maduro, ha dicho que “el chavismo está disminuido porque siente un vacío de liderazgo”. Ha urgido al gobierno a dialogar con la oposición. En medio de estos puyazos a Maduro desde el interior del chavismo, el sábado anterior se produjo el asesinato del general Félix Velásquez, quien hasta 2010 fue comandante de la Milicia Nacional Bolivariana, considerada la guardia pretoriana del régimen chavista. El ministro del Interior, general Gustavo González López, dijo que se trató de un homicidio premeditado y responsabilizó del hecho a dos policías activos de Chacao, un municipio metropolitano que ha sido gobernado tradicionalmente por la oposición. Para Rocío San Miguel se trata de un asesinato “extraño” por el momento de crispación nacional en que ocurre y por los pronunciamientos críticos que han hecho jerarcas militares que estuvieron muy vinculados a Hugo Chávez. Nadie en este país duda de que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) será un factor decisivo en esta crisis, ya sea por la presión que pudiera ejercer sobre Maduro para que deje de poner obstáculos al referendo revocatorio y acepte someterse al veredicto popular para continuar o no en su cargo, o bien porque opte por seguir apoyando al régimen en un escenario de confrontación social.

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