Día de la Independencia: Contraataque

viernes, 15 de julio de 2016 · 09:25
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Día de la independencia: Contraataque (Independence Day: Resurgence,EU-2016), de Roland Emmerich, es la suma de diversos clichés de películas de acción, diálogos malos pero chistosos, y subtramas amorosas que por momentos dan sabor, efectos especiales al por mayor y la nostalgia de una precuela que pese a todo tenía su dosis de encanto. Veinteaños después de la invasión alienígena que transformó al mundo, la Tierra deberá enfrentar de nuevo una batalla decisiva en contra de la misma raza de seres que intentaron conquistarnos. La diferencia es que ahora, supuestamente, estamos preparados con alta tecnología para derrotar a quien se nos ponga enfrente, pero por supuesto es una cinta de Roland Emmerich, lo cual significa que habrá destrucción al por mayor, con ciudades enteras devastadas, naves explotando en el cielo y, quizá, algún desastre natural. En la película tenemos a viejos conocidos como Thomas Whitmore (Bill Pullman), quien por supuesto ya no es el presidente de los Estados Unidos; David Levinson (Jeff Goldblum), pieza clave para acabar con los aliens en la película anterior, ahora encargado del ESD; y el científico loco Brakish Okun (Brent Spiner), quien despertará de un coma de 20 años. También hay nuevos personajes: el piloto Jake (Liam Hemsworth) --novio de la hija del expresidente Whitmore--, Patricia (Maika Monroe), un excelente piloto llamado Dylan (Jessie T. Usher), el hijo del fallecido Steven Hiller (Will Smith), y los pilotos Charlie (Travis Toth) y Rain (Angelababy), entre otros. La verdad es que, entre otras cosas, se extraña el carisma y la enjundia del personaje de Will Smith, quien se nos dice murió en un accidente; los personajes masculinos carecen de la fuerza suficiente, así que básicamente la cinta se mantiene por los recuerdos de aquella primera parte. Por otro lado, cabe mencionar que los personajes femeninos están bastante deslucidos, lo cual es un desperdicio. Esta nueva versión adolece del carisma y la frescura de la primera en lo que a blockbusters (especie en extinción) se refiere. ¿Qué es lo que queda entonces de Día de la independencia: Contraataque? La destrucción y los efectos visuales. Así pues, si se desea entrar a ver una cinta donde se puede dar el lujo de dejar su cerebro fuera de la sala y disfrutar de la acción que ocurre en la pantalla, esta película es idónea.

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