Bredni Roque... un acorazado que llegó de Cuba

martes, 9 de agosto de 2016 · 12:57
Es un hércules de 69 kilos. Bredni Roque, nacido cubano, representará a México en los Olímpicos y, al menos en el papel, cuenta con todo para pelear un podio. El levantador de pesas arriba a los Juegos tras una racha magnífica, que se inició tras su naturalización, hace tres años. Y si bien está ubicado en el séptimo lugar del ranking olímpico, llega en mejor momento y con marcas más recientes que sus rivales. Su trabajo, así, puede darle la primera medalla olímpica a la halterofilia mexicana varonil, que hasta ahora no pinta en el contexto mundial… CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El halterista Bredni Roque nació en Cuba y durante ocho años representó a su país en competencias internacionales. Ahora, después de nacionalizarse mexicano, es el único exponente de México en la rama varonil de la especialidad en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Roque competirá en Brasil con todas las cartas a su favor. Su progreso ha sido vertiginoso: en tan sólo tres años, el nativo de Pinar del Río, Cuba, ya hizo historia. Gracias a él, la halterofilia mexicana varonil sumó su primera medalla (plata) en los Juegos Panamericanos, el año pasado, en Toronto. También por primera vez el país sumó una presea dorada en el Campeonato Panamericano de la especialidad. De hecho, Bredni cerró su participación en esa justa con tres metales áureos, además de imponer un récord continental, lo que nunca antes se había conseguido. Este atleta de 1.60 metros de estatura también se colgó el bronce mundial en la categoría de 69 kilos, el primer logro de México en la disciplina. Clasificado en el lugar siete del ranking olímpico, Bredni es el levantador de pesas mexicano con los mayores logros de todos los tiempos. Aún tiene un reto pendiente: emular la hazaña de la finada Soraya Jiménez, quien en Sídney 2000 se hizo con la presea dorada. Entre las competencias en las que Roque representó a Cuba figuran tres mundiales de la especialidad. En uno de ellos obtuvo el bronce. Tras su participación en el certamen de París 2011, renunció al representativo isleño. Luego de casarse con la pesista mexicana Carolina Valencia –exintegrante de la selección nacional–, Roque decidió naturalizarse en 2012. Desde entonces reside en Chetumal, Quintana Roo. Su esposa hizo posible la llegada del atleta al país, y al mismo tiempo lo impulsó a continuar en su disciplina deportiva. “Si aún tienes deseos y quieres seguir haciendo lo que mejor haces, vamos a tratar de que puedas competir por México y juntos podamos representarlo”, le sugirió. En junio pasado, el pinareño dominó el XXV Panamericano de Halterofilia, en Cartagena de Indias, Colombia. Se proclamó campeón continental. De hecho, obtuvo tres preseas de oro y estableció un récord panamericano en envión (188 kilos). Alzó también 148 kilos en arranque, con lo que logró un biatlón de 336 kilos. Su opositor más cercano y favorito de la justa, el colombiano Edwin Mosquera –campeón mundial juvenil–, cerró con una suma de 323 kilogramos, entre 15 competidores. Para completar, la Federación Panamericana de Levantamiento de Pesas lo distinguió como el Mejor Halterista de América. Bredni siempre soñó con ser un destacado atleta olímpico y subir al podio, pero nunca que lo haría con la bandera mexicana. “Estoy muy contento de darle estas alegrías a México y cumplir mi sueño. Muchas de las cosas las he conseguido en este país, donde Bredni Roque está haciendo historia” Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2075, ya en circulación

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