CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La justicia federal acabó por rematar a la excontratista de Petróleos Mexicanos (Pemex), Oceanografía, al declararla “de plano en quiebra”, y ordenó al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) hacerse cargo de lo que aún queda de la empresa naviera que floreció durante los gobiernos panistas. El juez Tercero de Distrito en Materia Civil de la Ciudad de México, Felipe Consuelo Soto, resolvió declarar abierta la etapa de quiebra de Oceanografía Sociedad Anónima de Capital Variable, al vencerse el plazo de conciliación entre los acreedores y la empresa. Sancionada durante la gestión del primer director de Pemex del actual gobierno, Emilio Lozoya, Oceanografía perdió, en consecuencia, el ejercicio sobre todos sus bienes y derechos, con lo que el SAE se queda en su dominio. Quienes tengan bienes de la empresa, incluidos los asegurados, deberán entregarlos al organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mientras que los deudores deberán pagarle al síndico. El juez le dio un plazo de cinco días al SAE para ratificar al conciliador que designó o designar uno nuevo, aunque de inmediato debe iniciar “diligencias de ocupación” mediante inventario de libros, papeles, documentos, medios electrónicos de almacenamiento y proceso de información, existencia en caja y todos los bienes de la empresa quebrada, señala la sentencia judicial. Con su principal accionista en la cárcel, Amado Yáñez, y los otros tres fuera de México, los hermanos Rodríguez Borgio y Martín Díaz, sobrino del exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, Oceanografía inició su despegue durante el gobierno de Vicente Fox, pero fue en el de Felipe Calderón cuando se convirtió en uno de los principales contratistas de Pemex. La empresa también fue acusada por Banamex de haberle defraudado 500 millones de dólares, sin embargo, durante el concurso mercantil la justicia federal no reconoció esa deuda porque el banco estadunidense no demostró el supuesto desfalco.