CELAYA, Gto., (apro).- El comandante de la Policía Municipal Marco Antonio Murillo Gómez fue ejecutado esta mañana. Se trata del segundo elemento de la corporación asesinado en menos de un mes, sin contar a dos funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública celayense que fueron acribillados en un bar el pasado 30 de abril. Poco después del mediodía, Murillo Gómez entró al mercado El Dorado para visitar a su madre, quien tiene un negocio de comida en el lugar. Minutos después dos hombres jóvenes se dirigieron al policía y le dispararon por atrás mientras comía. Cuando la víctima, de 34 años, cayó al piso, sus familiares se movilizaron de inmediato y solicitaron ayuda, pero el agente falleció en segundos. “Son hechos aislados, pero no tan aislados porque fueron sobre él. Era ya un objetivo, desconozco la causa y su familia también”, dijo el secretario de Seguridad Ciudadana, César Armando Vázquez Rivera al hablar sobre el caso. Indicó que en el lugar se encontraron casquillos de dos armas distintas, 9 milímetros y 5.7. El funcionario recordó que hace aproximadamente dos años un hermano del comandante fue secuestrado en un negocio de su propiedad y posteriormente asesinado. Comentó, asimismo, que Murillo nunca comentó que hubiera recibido amenazas. “Estamos en la incertidumbre, la investigación tiene que seguir sus pasos… Todos los elementos tienen instrucciones de que tienen que salir sin uniforme. Aquí la persona andaba de descanso. No sabemos por dónde irá la línea de investigación”, apuntó. Sin embargo, omitió mencionar que en febrero de 2012 Murillo Flores fue detenido por agentes ministeriales cuando se encontraba en funciones, debido a una orden de aprehensión girada por el juez cuarto penal por el delito de abuso de autoridad. El acusado quedó libre bajo fianza, asistido por abogados del área jurídica del propio gobierno municipal, sin que se conozca si el proceso continúa o concluyó con alguna sentencia o la exoneración del comandante. El pasado 19 de julio, el policía segundo Macedonio Martínez fue asesinado por dos hombres que lo esperaban en las inmediaciones de su domicilio. En ambos casos los agresores huyeron.