CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Apenas terminaba el mes de junio y el presidente Enrique Peña Nieto presumió que en el país se habían creado 2.3 millones de empleos, noticia que a su criterio “se debe valorar y aquilatar”. Sin dar a conocer mayores detalles del mercado laboral, en un acto celebrado en las instalaciones de la empresa alemanda Bosch, en Toluca, Estado de México, Peña aseguró que dicha creación de plazas fue gracias a las reformas aprobadas durante su administración. Lo que no dio a conocer en esa ocasión fueron las cifras que dan cuenta de la precariedad del mercado laboral en el país, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondiente al segundo trimestre del año y difundidos este viernes 12. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el segundo trimestre de 2016 todas las modalidades de empleo informal sumaron 29.4 millones de personas, lo que significa un incremento de 1.1% respecto de igual periodo de 2015 y representó 57.2% de la población ocupada. En otras palabras, prácticamente seis de cada 10 mexicanos tiene un empleo… pero en la informalidad. El empleo informal está compuesto por el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social. En números, 13.9 millones conformaron específicamente la ocupación en el sector informal, cifra que significó un crecimiento de 1.5% anual y constituyó 27.1% de la población ocupada; mientras que 7.3 millones corresponden al de las empresas, gobierno e instituciones; 5.9 millones al ámbito agropecuario, y otros 2.3 millones al servicio doméstico remunerado. TD sube en grandes ciudades Si bien en el país hubo 2.1 millones de personas desempleadas durante el abril y junio, y la tasa de desocupación correspondiente (TD) fue de 3.9% de la Población Económicamente Activa (PEA), porcentaje inferior al 4.3% de igual trimestre de 2015, el desempleo en las zonas urbanas aumentó de manera significativa, justo donde hay mayor demanda por un puesto de trabajo. En efecto, el Inegi destacó que en las zonas más urbanizadas con 100 mil y más habitantes, la TD llegó a 4.7% en el segundo trimestre del año; mientras que las que tienen de 15 mil a menos de 100 mil habitantes alcanzaron 4.4%; en las de 2 mil 500 a menos de 15 mil fue de 3.1%, y en las rurales con menos de 2 mil 500 habitantes la tasa de desocupación fue de 2.3%. Según cifras ajustadas por estacionalidad, en el trimestre en cuestión la TD a nivel nacional registró un descenso respecto de la del trimestre inmediato anterior (4.0 vs 4.2%). Disminuye subocupación Otra manera que demuestra la precariedad del mercado laboral mexicano es la subocupación, la cual es definida por el Inegi como aquellos que se ven en la necesidad de trabajar más tiempo, lo que se traduce en la búsqueda de una ocupación complementaria o de un nuevo trabajo con mayor horario. En esta situación se encuentran 4.1 millones de personas y representaron 7.9% de las personas ocupadas, tasa inferior a la de igual periodo de 2015, que fue de 8.3% Sin embargo, en cifras ajustadas por estacionalidad, la tasa de subocupación como proporción de la población ocupada disminuyó apenas 0.1 puntos porcentuales frente a la del primer trimestre de este año. Tabasco, el estado con mayor desempleo Aunque el desempleo se mantiene en una tasa de 3.9% a nivel nacional, en Tabasco la desocupación se disparó a 7.1% ante la crisis del sector petrolero, que es la principal fuente de trabajo de quienes radican en esa entidad. Le siguen el Estado de México con una tasa de 5.4%; la Ciudad de México y Sonora, 5.1% cada una; Durango, 5%, Coahuila, 4.8%, Querétaro, 4.7%; Tamaulipas, 4.6%; Colima, 4.3%; Baja California Sur y Nuevo León, 4.2%; mientras que Aguascalientes y Nayarit, ambas con 4.1%. El Inegi aclaró que “este indicador no muestra una situación de gravedad en el mercado de trabajo, sino más bien de la presión que la población ejerce sobre el mismo, lo cual está influido por diversas situaciones, como son principalmente las expectativas y el conocimiento que tienen las personas que no trabajan sobre la posibilidad de ocuparse, así como por la forma en que está organizada la oferta y la demanda del mismo”. Empleo concentrado en sector terciario Durante el segundo trimestre de este año, la población de 15 años y más disponible para producir bienes y servicios en el país fue de 53.5 millones (59.6% del total), cuando un año antes había sido de 52.6 millones (59.7%). El aumento de 916 mil personas es consecuencia tanto del crecimiento demográfico, como de las expectativas que tiene la población de contribuir o no en la actividad económica. Mientras que 78 de cada 100 hombres en estas edades son económicamente activos, en el caso de las mujeres 43 de cada 100 están en esta situación. En lo que respecta a la población ocupada, alcanzó los 51.4 millones de personas (31.8 millones son hombres y 19.6 millones son mujeres). De ese total, 6.6 millones de personas (12.9% del total) trabajan en el sector primario, 13 millones (25.3%) en el secundario o industrial y 31.5 millones (61.3%) están en el terciario o de los servicios.