Los Contemporáneos en el tiempo actual

jueves, 18 de agosto de 2016 · 13:17
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Aun cuando la exposición es atractiva por su concepto, selección e interdisciplina, la muestra Los Contemporáneos y su tiempo, que se presenta en el Museo del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, no aporta una lectura diferente sobre la tan admirada y venerada tribu. Especialmente interesante por lo que omite, el proyecto debería ser el inicio de una revisión crítica sobre la influencia que tuvieron muchos de sus integrantes –como Jaime Torres Bodet y los hermanos Gorostiza– en la gestión gubernamental de la cultura y la construcción y creación del arte. Interesados en vincular imaginarios nacionales con estéticas vanguardistas internacionales, Los Contemporáneos, activos en el escenario cultural desde aproximadamente 1921 hasta finales de los años sesenta, no sólo aportaron una espléndida creación literaria y pictórica, sino también un modelo de organización que, con base en la amistad, les permitió producir, resonar y sobresalir, con el apoyo del Estado. Funcionarios con puestos relevantes en las secretarías de Educación, Hacienda y Relaciones Exteriores, entre otras, en el Instituto Nacional de Bellas Artes y hasta en la Comisión Nacional de Energía Nuclear, estos creadores son el inicio de la cuestionable costumbre de contratar escritores y artistas en organismos públicos. La relevancia de sus puestos les permitió editar distintas publicaciones, y su complicidad afectiva derivó en la participación de los mismos poetas y pintores en las revistas, obras de teatro, exposiciones de arte, instituciones y proyectos educativos organizados por miembros del grupo. Concebida y curada por el promotor Arturo Saucedo como una visión panorámica de las distintas disciplinas que cultivó esta tribu –literatura, teatro, cine, escenografía, artes plásticas–, la exhibición se divide en cinco núcleos temáticos que se estructuran a partir de un exitoso diálogo entre material hemerográfico, pinturas, obra sobre papel, fotografías y algunas lecturas de poemas. Organizada de manera cronológica, después de recibir al espectador con los creadores iniciales, como Carlos Pellicer, Torres Bodet, Celestino y José Gorostiza, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia, la exposición presenta algunos ejemplares de las principales revistas en las que participaron, como Falange (1922-1923), Ulises (1927-28), Contemporáneos (1928-1931), El hijo pródigo (1946) y, de especial interés, el boletín que regalaba la cerveza Carta Blanca. Museográficamente, los documentos se acompañan de espléndidas fotografías y pinturas relacionadas con su contenido, entre ellas, obras de Tina Modotti, Manuel Álvarez Bravo, Manuel Rodríguez Lozano, Agustín Lazo, Carlos Orozco Romero, Roberto Montenegro, Angelina Beloff, Rufino Tamayo, Carlos Mérida y Leonora Carrington. Además de una sección dedicada a la confrontación con los estridentistas y la vinculación con los surrealistas, se incluyen fragmentos de películas cuyo guión fue escrito por algún Contemporáneo. Expuestas casi todas cerradas, las revistas serían más sugerentes si se mostraran algunas de sus páginas.

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