WASHINGTON (apro).- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su profunda preocupación por el asesinato de jóvenes afroamericanos a manos de policías en Estados Unidos, manifestando que ello consolida “un patrón de impunidad” y de un “uso excesivo” de la fuerza. “La CIDH insta al gobierno federal y a los estatales a avanzar en una investigación pronta, exhaustiva, independiente e imparcial que garantice el acceso a la justicia por parte de las víctimas frente a los recientes hechos”, destacó en un comunicado el órgano jurídico de la Organización de los Estados Americanos (OEA). En los últimos años en Estados Unidos los asesinatos de jóvenes negros a manos de policías se han registrado de manera constante, dejando en claro el problema de la discriminación racial que continúa arraigado en la comunidad de ese país. La falta de justicia y la liberación de cargos a los policías que han matado a los jóvenes afroamericanos, pese a las evidencias de racismo y uso excesivo de la fuerza que hay en su contra, han provocado manifestaciones y desobediencia social. “La Comisión Interamericana reitera que la inefectividad de la respuesta estatal fomenta altos índices de impunidad, los cuales a su vez propician su repetición crónica, sumiendo a las víctimas y a sus familiares en la indefensión”, se destaca en un comunicado. Esta es la primera ocasión que la CIDH expresa desasosiego por lo que calificó como “un patrón de impunidad” en el caso de los crímenes raciales que comenten oficiales de policía en Estados Unidos. Como ejemplo de la impunidad, la CIDH cita el hecho suscitado el 27 de julio, en el cual las autoridades de la ciudad de Baltimore, Maryland, desestimaron los cargos contra dos policías que esperaban un proceso judicial en el caso de la muerte del joven afroamericano, Freddie Gray, quien falleció cuando se encontraba bajo la custodia de los dos oficiales. De la misma forma la CIDH resaltó la absolución que concedió un juez a otros tres oficiales involucrados en el mismo caso. “Ninguno de los policías fue separado de su cargo. Lo anterior se suma a la ausencia de responsabilidad de oficiales en varios casos de asesinatos de hombres afroamericanos, entre ellos Michael Brown (Fergusson, Missouri), Tamir Rice (Cleveland, Ohio) y Eric Garner (Staten Island, Nueva York), en los que los cargos fueron desestimados antes de llegar a juicio”, apuntó la Comisión Interamericana en su denuncia. La falta de impartición de justicia en estos crímenes con trasfondo racial y de uso excesivo de la fuerza, según la CIDH, genera frustración y desprotección en amplios sectores de la población, afectando a su vez la convivencia en una sociedad democrática. Es por ello que la CIDH exhortó al gobierno de Estados Unidos a adoptar medidas para ajustar las normas de uso de la fuerza por parte de la fuerza policial a estándares internacionales. También recomendó ajustes a los marcos normativos federales y estatales al cumplimiento de los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad que deben guiar el uso apropiado de la fuerza letal por parte de agentes de la policía. “Las fallas en el cumplimiento de estos estándares llevan a la inefectividad de los mecanismos de investigación, procesamiento y eventual sanción del uso indiscriminatorio y excesivo de la fuerza”, alertó la CIDH en su comunicado. La impunidad resultante en los crímenes raciales podría transparentar ese patrón de ausencia de justicia en Estados Unidos para con etnias minoritarias en su sociedad, como la negra. Por ello la CIDH mencionó el caso de otros dos afroamericanos asesinados por policías el pasado mes de julio. El de Alton Sterling en el estado de Luisiana, y el de Philando Cassile, en Minnesota. A Sterling, de acuerdo con la información del caso, dos policías le dispararon en múltiples ocasiones mientras se encontraba inmovilizado en el suelo. A Cassile lo mato un policía dentro de su auto con cuatro disparos de su arma, frente a su novia y de una menor de edad, luego de detenerlo por una falta de tránsito. La CIDH, aunque se congratuló de la investigación que sobre estos dos casos lleva a cabo el Departamento de Justicia, encomió al gobierno federal estadunidense “a continuar esta investigación de manera exhaustiva, imparcial, independiente, efectiva y pronta, y sancionar judicialmente a las personas que resulten responsables; en particular, es relevante investigar los posibles nexos con otros casos”. Además de la investigación judicial, el órgano jurídico interamericano pidió al gobierno federal legislar e institucionalizar políticas enfocadas a erradicar la discriminación racial. “A capacitar a los miembros de los sistemas judiciales, cuerpos armados y organismos de seguridad sobre los principios y normas de protección de los derechos humanos, así como los límites a los que debe estar sometido en toda circunstancia el uso de las armas por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley”, aconsejó la CIDH.