CIUDAD DE MÉXICO, (apro).- Actriz infantil prodigio de la época de oro del cine mexicano, recordada por el sobrenombre del icónico personaje de “Chachita” que representó en varios filmes como Nosotros los pobres, la actriz Evita Muñoz, falleció este martes por la tarde a tres meses de cumplir 80 años de edad. Con una carrera profesional de casi 74 años que incluyó televisión, teatro, cine, radio y hasta circo en el Circo Atayde, Eva María Muñoz Ruíz, originaria de Orizaba, Veracruz, comenzó su carrera en el filme  El secreto del sacerdote (1940)  y  en su segunda película, ¡Ay Jalisco no te rajes! (1941), al lado de Gloria Marín y Jorge Negrete, recibió por primera vez el nombre de “Chachita” en una película con la cual se le identifica hasta la fecha. Alcanzó el reconocimiento con Morenita clara, La pequeña madrecita (1944), La hija del payaso, Chachita la de Triana (1947) y Yo vendo unos ojos negros (1948). También a través del programa La legión de madrugadores de la XEQ realizó radio, y en 1947 la serie Aventuras de una niña con la CBS de Nueva York que se transmitió en Centro y Sudamérica. A los 12 años de edad dio vida al personaje de  “Chachita” en Nosotros los pobres (1948), que se convirtió en una trilogía con Ustedes los ricos (1948) y Pepe El Toro (1952) del director Ismael Rodríguez, y al lado de otro icónico de la época de oro del cine nacional: Pedro Infante. Su carisma la hizo ser animadora de programas de concursos en la década de los sesenta, también como intérprete de mambo e imitadora viajó a Corea del Sur, las islas Filipinas y Japón, impulsada por Pérez Prado. Entre otras de sus filmaciones destacan El hombre que me gusta (1958) y Bajo el cielo de México,  Mis padres se divorcian (1959), Mi niño, mi caballo y yo (1959), En cada feria un amor (1961) y Dos tontos y un loco (1961). Trabajó en al menos 30 telenovelas y series para Televisa, muchas de corte infantil. Aunque es reconocida por su trayectoria cinematográfica, Evita Muñoz dijo a Proceso (edición 544) en 1987, en el marco de su cumpleaños 50, que al crecer y pasar de adolescente a adulta se le dificultó encontrar papeles en la pantalla grande, a pesar de tener la trayectoria y el talento, y se alejó un tiempo del cine para encontrar  un lugar en el teatro, donde además de estelares siguió en su carrera: “Después de haber tenido categoría estelar, en el cine me daban cotización de característica. Yo, al contrario, deseaba retomar un prestigio y una categoría. Estaba sin apoyo, me sentía como trabada. Esto es resultado de la pobre mentalidad que tenían gente como Ismael Rodríguez, a los que sólo les interesa lo consabido. Ni modo: no tuve la cara de Elizabeth Taylor”. “Pero no hay que desanimarse, siempre encuentras esquinas y recovecos. Te planteas la necesidad de ¿qué voy a hacer? Afortunadamente el público me siguió respaldando”. “No soy la única: Magda Guzmán fue desaprovechada. Y te puedo decir que en muchos casos Marga López, que es una gran actriz, estuvo en manos de gente impreparada. Sólo se salvó porque tiene un talento grandísimo”, se lee en el artículo publicado por José Antonio Alcaraz. En junio de este año la actriz estuvo hospitalizada debido a una neumonía, de la cual se recuperó a fines de ese mes. Le sobreviven su esposo Hugo Macías y sus hijos Eva Martha, Hugo y Mauricio.