SALAMANCA, Gto., (apro).- Por segundo día consecutivo, pobladores de la comunidad de Cerro Gordo de este municipio bloquearon la autopista Querétaro-Irapuato por la desaparición de siete personas que, según fue confirmado ya por la Procuraduría General de Justicia el Estado (PGJE), continúan privadas de su libertad y no han podido ser localizadas desde el viernes 19. Saúl Arce Ramírez, Israel Ramírez Alberto, Juan Paulino Miranda Romero, Óscar García, Mario Ramírez Salazar, Víctor Manuel Gallardo Ramírez y Julio César García, fueron privados de su libertad el viernes, poco después de las 9 de la noche, cuando se encontraban en un pequeño taller de reparaciones mecánicas. La PGJE informó que tras consultar a diversas instancias se corroboró que el grupo no fue detenido por PGR, Policía Estatal o alguna otra corporación, y tampoco se han localizado hasta el momento antecedentes delictivos de alguno de los desaparecidos. “Hay más rumores que certezas. Al momento tenemos que fueron privados de su libertad y están desaparecidos”, indicó el subprocurador César Augusto Gasca, quien precisó que el caso fue tomado por la Unidad de Combate al Secuestro, que está adscrita a la Subprocuraduría de Investigación Especializada de la PGJE. “Pedimos que nos ayuden a encontrarlos, a tener razón de ellos”, fue el clamor de los habitantes de Cerro Gordo que, en un número mayor al de ayer, se plantaron sobre la carretera en la tarde y noche del martes. Los testimonios son confusos, pero todos coinciden en un dato: varias camionetas que no habían visto antes por el poblado, entraron, se estacionaron frente a la ‘talachera’ y hombres armados obligaron a los siete –tres de ellos menores de edad- a subirse a los vehículos. Como llegaron, arrancaron y salieron del pueblo, tomando la carretera a Juventino Rosas. Lucina López, esposa de Mario Ramírez Salazar, quien trabajaba en el taller, dijo que “siempre se juntan personas allí, se ponen a tomar, conviven”. Mario y Lucina tienen dos hijos de 14 y 16 años. Ella ha dejado de trabajar “por andar en esto”, dice. El mismo viernes, los familiares de cuatro de los desaparecidos acudieron al Ministerio Público a interponer denuncia. El sábado, Maribel Barrón, madre de dos de los menores que figuran entre los siete “levantados” se enteró de que sus hijos y un amigo de ambos habían estado en la talachera para que les pusieran aire a las llantas de sus bicicletas y se quedaron platicando, así que también se los llevaron. “Para nosotros es un secuestro. Tenían que haberse movido luego luego, pero yo fui el sábado y allí tenían las denuncias del viernes, no se había movido nada”, reclamó. La mujer viajó a Juventino Rosas el sábado 20. Allá, un comandante le dijo que le habían avisado sobre una camionetas que se dirigían hacia allá con unas personas secuestradas. No hubo más. “El señor que vive enfrente de la talachera recogió las bicicletas de mis hijos, que allí se quedaron tiradas”. Mientras sostenían sus pancartas exigiendo a las autoridades intensificar la búsqueda de sus familiares, los vecinos de Cerro Gordo advirtieron que continuarán en su protesta. Yareli Gallardo Ramírez, hermana de Víctor Manuel, aseguró que éste “no tiene problemas con nadie”, y que se dedica a ayudarle en tareas de albañilería a su cuñado, pues no pudo viajar a Estados Unidos como lo hacía porque su padre se enfermó y murió. “Pido que me ayuden a encontrar a mi hermano; les pido a las personas que se los llevaron que se tienten el corazón y nos lo devuelvan, mi hermano está soltero, no tiene problemas con nadie. A Yareli le fueron a gritar que a su hermano y a otros se los habían llevado de la talachera. Primero creyó que por estar tomando se habían metido en algún problema, pero al pasar las horas comprendió que algo más grave pasaba. “Estamos con una angustia, queremos que nos los devuelvan con vida”.