Banxico exige a gobierno 'acciones adicionales” para consolidar finanzas públicas

jueves, 25 de agosto de 2016 · 20:15
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las luces rojas se encendieron en la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) ante la creciente deuda que mantiene el gobierno de Enrique Peña Nieto. Al dar a conocer la Minuta número 45 con motivo a la última Reunión de Política Monetaria, prácticamente todos los integrantes recalcaron la importancia de redoblar el esfuerzo por mantener fundamentos macroeconómicos sanos en México. “En particular, destacaron que continúan siendo deseables acciones adicionales de consolidación en las finanzas públicas, tales como procurar un superávit primario a partir de 2017, para poder absorber de manera más eficiente choques del exterior y propiciar saldos adecuados de la cuenta corriente”, señaló la Minuta. En otras palabras, la Junta de Gobierno sugirió al gobierno federal cambios más profundos en el Paquete Económico para el siguiente año. A la reunión asistieron Agustín Carstens, gobernador del Banxico y presidente de la sesión; además de los subgobernadores Roberto del Cueto Legaspi, Javier Eduardo Guzmán Calafell, Manuel Ramos Francia y Manuel Sánchez González. También estuvieron presentes el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso; y el subsecretario de la misma dependencia, Fernando Aportela. Apenas este martes la agencia Standard & Poor’s Global Ratings (S&P) bajó la perspectiva de la calificación de largo plazo de México de “estable” a “negativa”. De acuerdo con la calificadora, la deuda neta del gobierno se ubicó en 42% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015, y espera que llegue a 45% en 2016; mientras que para el 2018-2019 se prevé se acerque a 48%. Mediante un comunicado, la calificadora detalló que el índice de deuda aumentó de manera continua desde 28% del PIB en 2005, lo que refleja el impacto de los constantes déficits fiscales moderados en un contexto de bajo crecimiento del indicador en este periodo. No sólo eso, la economía mexicana no es impulsada por las reformas estructurales, mantiene un crecimiento insuficiente, además de que es impactada por la crisis institucional. Proyectan aumento de déficit Y el panorama no es alentador. Un miembro de la Junta de Gobierno destacó que se proyecta que el déficit de cuenta corriente aumente en 2016 y 2017, a pesar de la desaceleración de la actividad productiva. De esta manera, indirectamente se podrían presionar los precios a través del tipo de cambio, principalmente los de las mercancías. En este mismo sentido, otro integrante destacó que el aumento del déficit de la cuenta corriente ha causado cierta inquietud entre algunos participantes del mercado. Agregó que la política monetaria tendría que responder a un deterioro en la cuenta corriente, solamente en la medida en que se llegaran a percibir riesgos para la inflación a través de su impacto en el tipo de cambio. Esto implicaría, agregó, riesgos y costos para la economía que pueden evitarse mediante un ajuste oportuno y de magnitud adecuada de la política fiscal, manejada por la SHCP. Otro integrante de la Junta de Gobierno de Banxico apuntó que sería deseable que el ajuste fiscal se concentrara en el gasto corriente, ya que reducciones del gasto en inversión pública pudieran afectar el flujo de ingresos públicos futuros lo que, incluso, podría tener un efecto adverso sobre la inflación. El mensaje del organismo monetario va más allá: “Algunos integrantes enfatizaron la necesidad de que las autoridades fiscales proporcionen certidumbre sobre la trayectoria de las finanzas gubernamentales y el compromiso de dichas autoridades con niveles de endeudamiento público sostenibles, por lo que destacaron que sería deseable contener el crecimiento del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en relación al PIB”. Un integrante más recalcó que ante las circunstancias actuales, además de preservar la estabilidad macroeconómica y financiera, se requiere de la implementación de las medidas necesarias de ajuste estructural e institucional para incrementar el potencial de crecimiento económico. Entre los principales riesgos internos, destacaron la preocupación sobre la trayectoria actual y futura de las finanzas públicas, principalmente ante la tendencia creciente del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, su impacto sobre la cuenta corriente, así como ante la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex). Crecimiento del PIB, decepcionante En el segundo trimestre de 2016 la economía mexicana registró una contracción. Este comportamiento obedeció a que el consumo privado se desaceleró, al tiempo que la inversión y la demanda externa mantuvieron el débil desempeño que han presentado desde mediados de 2015 y finales de 2014, respectivamente. De hecho, “todos los integrantes destacaron que al estancamiento que se venía observando en el sector industrial, se añadió un freno al crecimiento del sector terciario”. Uno de los miembros de la Junta de Gobierno mencionó que el crecimiento potencial en México podría ser menor al percibido previamente, considerando las tasas de crecimiento de la economía desde 2001, año a partir del cual la inflación se tornó en un proceso estable y la economía comenzó a registrar ciclos de negocios tradicionales. Un menor crecimiento potencial, explicó, podría estar proviniendo de la percepción de un menor precio internacional de equilibrio del petróleo, de un menor potencial de exportación de México derivado de la persistencia de la atonía del crecimiento global, así como de un menor impacto favorable de las reformas estructurales ante las dificultades surgidas para su implementación.

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