GUADALAJARA, Jal. (apro) El escritor rumano de origen judío Norman Manea, ganó el Premio de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Literatura en Lenguas Romances 2016. Norman Manea nació en Suceava (Bucovina, Rumania) el 19 de julio de 1936. Su vida y su obra han estado marcados por sus primeros años en un campo de concentración, y su posterior existencia bajo la dictadura comunista y el exilio. Su obra ha sido traducida a más de 30 idiomas. Destacan: El regreso del húligan, Felicidad obligatoria, El sobre negro, Payasos: el dictador y el artista, La quinta imposibilidad, El impermeable, y sus cuentos reunidos en el volumen El té de Proust. El autor, quien radica en Estados Unidos, ofreció una entrevista telefónica a medios de comunicación y comentó que su obra aborda el sufrimiento, no como una experiencia humana, sino como algo individual. Entre sus múltiples reconocimientos se encuentran el Premio Literario de la Asociación de Escritores de Bucarest en 1979 y el gobierno de Francia le concedió la Medalla de las Artes y las Letras en 2009. Dos años antes resultó finalista del Premio Latinidad de la Asociación de los países latinos. También fue reconocido con la Beca Guggenheim, el Premio MacArthur, la Medalla Literaria de New York Public Library, el Premio literario internacional Nonino, la elección en la Academia de Arte de Berlín en 2006, el Premio Médicis Étranger, la Medalla del Mérito Cultural, otorgada por el presidente de Rumania en 2007, el doctor honoris causa por las Universidades de Bucarest y Cluj, y la Legión de Honor Francia en 2008. El premio que otorga la FIL desde 1991 está dotado con 150 mil dólares y reconoce al conjunto de una obra de creación de cualquier género. Se entregará el próximo 26 de noviembre, durante la inauguración de la edición 30 del evento El jurado, presidido por la española Mercedes Monmany, revisó 54 candidaturas de 23 países para esta edición del Premio. En el acta del jurado se lee que "Norma Manea es autor de una obra inmensa que no puede definirse por los géneros literarios tradicionales […] Frente a las catástrofes de la Historia y a los exilios a los que estamos sometidos, Manea pregunta con agudeza e ironía cómo podemos definirnos en un mundo de espejos cambiantes”.