CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La renuncia de Mariano Palacios Alcocer a la embajada de México en el Vaticano no está formalmente confirmada, señaló hoy la oficina de prensa de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). El pasado lunes 29, la agencia Notimex indicó que según “fuentes” de esa embajada, Palacios Alcocer dejaría su cargo diplomático esta semana por “motivos personales”, ya que su esposa Ana María González tiene problemas de salud. Notimex indicó que en la embajada permanecería como encargado de negocios, temporalmente, Francisco de Paula Castro Reynoso, actual jefe de Cancillería. Y agregó que este miércoles Palacios Alcocer tendría una reunión privada con el Papa Francisco para despedirse personalmente de él, como lo marca el protocolo vaticano. Sin embargo, este encuentro no se realizó, ni siquiera figuró en la agenda papal. También ha trascendido que la supuesta renuncia pudo deberse a las relaciones extramaritales que Palacios Alcocer sostenía con Itzel García Muñoz, con quien tiene una hija de cinco años. García Muñoz interpuso incluso una demanda contra el embajador por incumplimiento de la pensión alimenticia que debía entregarle a la menor. El portal Sin Embargo público ayer una carta que la mujer envió a la Nunciatura Apostólica, en la que da cuenta del “adulterio” cometido por Palacios Alcocer, un “pecado grave” condenado por el Papa, por lo que el político queretano ya no podía sostenerse más en la embajada. Desde hace días, en los círculos eclesiales también ha circulado la versión de la renuncia, aunque se comenta que ésta más bien obedece a las malas relaciones diplomáticas que actualmente existen entre México y la Santa Sede, a raíz de la iniciativa que presentó el presidente Enrique Peña Nieto, en mayo pasado, encaminada a legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo, y la cual ha provocado manifestaciones de protesta de la jerarquía católica. Se dice que Pedro Joaquín Coldwell, actual secretario de Energía, será el nuevo embajador ante la Santa Sede, cuya encomienda inmediata será recomponer las fricciones diplomáticas.